El parasitismo en los ámbitos del software libre y el código abierto es algo que cada vez preocupa más, hasta el extremo de que proyectos como MongoDB, Elasticsearch y Redis han cambiado sus licencias hacia el shared source o directamente lo privativo. A los casos mencionados se suma ahora el de WordPress, que si bien por ahora apunta a mantenerse como código abierto, se encuentra en estos momentos envuelto en un conflicto con una compresa de hosting que presuntamente contribuye muy poco y que podría estar infringiendo su marca.
A estas alturas no hace falta mencionar qué es WordPress: el CMS que prácticamente ha conquistado Internet y que se ha erigido como uno de los proyectos de software libre más exitosos de la historia, ya que su código fuente está publicado bajo la licencia GPLv2. Además del propio gestor de contenidos, el cual es servido a través de WordPress.org, también existe WordPress.com, un servicio de hosting que proporciona sitios web basados en la misma tecnología.
Siendo más concretos y según informan en The Verge, WordPress tiene un conflicto con WP Engine, otro servicio de hosting dedicado a servir sitios web basados en el gestor de contenidos y que no tiene ningún vínculo con el proyecto original. Matt Mullenweg, cofundador de WordPress, ha acusado a WP Engine de beneficiarse de WordPress sin apenas dar nada a cambio, y es que, según sus datos, solo contribuye al proyecto oficial 40 horas a la semana frente a las 3.988 que invierte Automattic, la empresa que se encarga de WordPress.com.
Otro punto que ha molestado Mullenweg es que el nombre de WP Engine genera confusión debido a que puede dar a entender que es algo vinculado a WordPress, más viendo que las iniciales del CMS son ampliamente utilizadas como abreviatura y como prefijo para los nombres de los ficheros. Aquí los responsables del CMS modificaron en su momento las condiciones para decir que, “si desea utilizar comercialmente la marca WordPress, comuníquese con Automattic. Ellos tienen la licencia exclusiva”.
Si bien la licencia GPL obliga en teoría a los desarrolladores a poner a disposición el código fuente del software en caso de ser redistribuido, eso no incluye las marcas empleadas por el desarrollador. Por ejemplo, es conocido que Red Hat siempre ha prohibido el uso de su marca por parte de los clones de su distribución. Dicho con otras palabras, podías bifurcar RHEL y redistribuirlo, pero no podías llamarlo RHEL ni nada relacionado con las marcas de Red Hat. Si las empresas y los desarrolladores no pudiesen defender sus marcas y su imagen corporativa, nadie usaría la GPL como licencia.
Como medida, WordPress.org impidió a WP Engine el acceso a sus servidores, lo que obviamente afectó a los clientes de la segunda a la hora de acceder a cosas como temas y plugins. Debido a que la licencia GPL no obliga la reciprocidad, el argumento de Automattic se basó en “violaciones de marcas registradas”, o al menos eso es lo que ha explicado Megan Fox, portavoz de la compañía responsable de WordPress.com. Dicho con otras palabras, WordPress acusa a WP Engine de lucrarse con su marca sin su permiso.
Sin embargo, Automattic decidió levantar el bloqueo temporalmente dos días después para darle la oportunidad a WP Engine de crear su propio espejo de WordPress o para que proponga una solución al conflicto, estableciendo el 1 de octubre de 2025 como fecha límite.
Para Matt Mullenweg, WP Engine tiene dos vías para “pagar su parte justa”: pagando una tarifa para hacer uso de la marca WordPress o haciendo contribuciones relevantes al CMS, tal y como hace Automattic. Además, ha añadido que “esto no es una apropiación de dinero: es una expectativa de que cualquier empresa que gane cientos de millones de dólares con un proyecto de código abierto debería devolver algo, y si no lo hace, entonces no puede usar sus marcas registradas”.
Para aportar un poco más de contexto y según datos aportados por Matt Mullenweg, WP Engine es un servicio que desde 2018 opera debajo de Silver Lake, una firma de capital privado con 102 millones de dólares en activos bajo gestión. Su modelo de negocio no se centra en cumplir con los principios del código abierto aunque sea parcialmente, sino en generar dinero, un dinero que consigue a base de explotar un proyecto de código abierto al que supuestamente apenas contribuye y del que presuntamente se beneficia sin pagar.
WP Engine, por su parte, no se ha quedado de brazos cruzados y ha enviado una petición de “cese y desistimiento” a Automattic, exigiendo tanto a la responsable de WordPress.com como a su CEO, Matt Mullenweg, que dejen de hacer lo que están haciendo y les pide “retractarse de declaraciones falsas, dañinas y despectivas contra WP Engine”. En caso de que esa petición no sea atendida y ejecutada, es muy probable que WP Engine proceda a interponer la correspondiente demanda judicial.
El conflicto entre WordPress y WP Engine ha dejado dividida a la gente, con unos pensando que WP Engine debería contribuir más y que el uso de las iniciales WP por su parte es engañoso, mientras que otros acusan a Matt Mullenweg y Automattic de abuso de poder sobre WordPress.org y WordPress.com, por lo que han pedido la dimisión del CEO. Si WP Engine y Automattic no llegan a un acuerdo, tiene pinta de que serán los tribunales los que tengan que poner una solución al conflicto.
En nuestra entrevista con el CTO de SUSE, Gerald Pfeifer, hablamos del asunto de fondo, el “Free Riding”, una práctica que se está volviendo cada vez más común y que, como se ve, pone en tensión al ecosistema del código abierto.
La entrada Automattic vs WP Engine: WordPress es el nuevo protagonista del debate sobre el ‘Free Riding’ en el código abierto es original de MuyLinux