Atlas y Comet prometen navegar por ti, pero ocultan un riesgo que debes saber

No hay duda que, para todos aquellos usuarios que los utilizan, los navegadores web basados en IA son herramientas muy poderosas. Estas herramientas tan innovadoras pueden rellenar formularios, navegar, buscar información y prácticamente interactuar con nosotros por toda la web. Pero… ¿Y si se plantan ante una web fraudulenta o correos que albergan técnicas de phishing?

Apenas llevan unos meses en funcionamiento. Atlas se lanzó el pasado mes de octubre. Comet, en agosto. Pero ya existen casos en los que por automatizar procesos online, los usuarios -o las IA que actúan por ellos- caen en la trampa del malware. Y es que los riesgos de esta «superautomatización» no son mera teoría.

La IA aún no es capaz de anticiparse a los ciberdelincuentes tal y como sí podemos hacerlo los humanos con un poco de intuición y precaución. Por lo que, con las amenazas pululando alrededor de la web, aún es imprescindible que los usuarios sigan manteniendo el control de su actividad en internet. Lo ideal es la combinación de la comodidad de la IA con nuestros propios hábitos de seguridad. Así que vamos a contarte los peligros más frecuentes de estos navegadores y los consejos para paliarlos.

Peligros reales de los navegadores con IA

Los navegadores inteligentes, que en este momento encuentran como ejemplo a Comet o Atlas, pueden acelerar búsquedas, realizar acciones por nosotros o navegar por internet por nosotros. Con los riesgos que ello siempre ha conllevado para un humano, pero ahora en manos de un agente automatizador. Lo que puede disparar el peligro cuando se sondea una web fraudulenta. Entre los principales riesgos a los que nos enfrentamos con estos navegadores, basándonos en el informe de seguridad de LayerX, encontramos:

  • Pulsan y acceden a enlaces de phishing que un humano podría reconocer al instante como engañoso. La IA carece del contexto y la desconfianza que siente un humano frente a webs que no son de fiar.
  • Pueden rellenar datos personales y contraseñas en páginas falsas sin siquiera advertir al usuario.
  • Automatizan tareas como compras online, pagos o gestión de cuentas. Por lo que si la IA interpreta de manera incorrecta el entorno, puede enviar fondos o aceptar cargos en sitios que estén falsificados.
  • La supervisión de los usuarios es limitada. Al realizar el navegador casi la totalidad de los procesos, perdemos el control absoluto de lo que hace nuestro navegador. Por lo que caer en una trampa puede descubrirse demasiado tarde.

El malware y los distintos tipos de ciberestafas saben que pueden comenzar a explotar esta falta de control por parte del usuario. Por lo que han comenzado a crearse webs y mensajes que no solo son capaces de engañar a las personas, sino también a los algoritmos de IA.

Consejos para protegerte en un navegador con IA

Si no queremos renunciar a la comodidad de utilizar este tipo de navegadores asistentes, al menos, deberíamos tener en cuenta varios consejos para que prevalezca nuestra seguridad en todo momento.

En primer lugar, siempre supervisa las acciones que se van a automatizar. Por ejemplo, antes de aceptar rellena runa contraseña, tarjeta o formulario, lo ideal es que puedas revisar la web tú de manera manual. Además, nunca delegues las acciones más importantes, como realizar pagos, transferencias o cambios clave. Para ello, puedes indicárselo a la IA mediante prompts.

Por otra parte, activa las alertas de actividad en las cuentas de tus correos y bancos para que se te notifique cualquier posible error. Y hablando de contraseñas, puedes utilizar gestores de contraseñas y autorizarlos para que solo permitas autocompletado en webs de confianza.

Por último, configura siempre que puedas tu navegador-IA para que te solicite confirmación antes de ejecutar cualquier acción importante y no dejes de lado nunca un buen software antivirus para bloquear sitios fraudulentos.