Más que nunca, debemos andar ojo avizor para evitar la llegada de cualquier tipo de código malicioso a nuestro ordenador. En estas líneas nos vamos a centrar en uno de los tipos de malware más comunes desde hace décadas, nos referimos a los troyanos.
Dependiendo de su naturaleza y diseño original, los diferentes tipos de códigos maliciosos que pueden llegar a nuestro equipo, tienen un objetivo de lo más variado. Seguro que en más de una ocasión muchos de vosotros os habéis encontrado ante la desagradable situación de que alguno de estos ha invadido vuestro ordenador.
Hay malware que sencillamente se encarga de molestarnos en el uso del PC, mientras que otros nos bloquean el acceso al mismo o intentan robar todo tipo de información almacenada. A continuación os vamos a hablar de los mencionados troyanos, de los que seguro habéis escuchado hablar en más de una ocasión.
Qué es un virus troyano
Su nomenclatura precisamente viene del popular Caballo de Troya de la mitología, como también se les conoce en muchos ámbitos. Pues bien, al hablar de un virus troyano nos referimos a un tipo concreto de malware que suele camuflase como software legítimo para así entrar en nuestro equipo sin que nos demos cuenta.
Además, podríamos decir que se trata de uno de los códigos maliciosos más peligrosos desde hace muchos años debido a los diferentes objetivos para los que se diseñan. En multitud de ocasiones nos encontramos infectados por un troyano que lleva escondido en nuestro equipo una enorme cantidad de tiempo, sin que seamos conscientes de ello.
Las fuentes utilizadas por los atacantes para infectar nuestro PC con un virus de este tipo, son de lo más variado. Los troyanos nos pueden llegar a través de la descarga de software en un principio lícito, por medio de adjuntos del correo electrónico, archivos compartidos en redes P2P, y más.
Objetivos principales de este malware
Ya os hemos comentado antes que dependiendo del tipo de código malicioso que llegue a nuestro dispositivo, su daño puede ser mayor o menor. De hecho, todo ello puede variar en gran medida, y los troyanos no deberíamos tomarlos a la ligera.
Os contamos todo esto porque los atacantes normalmente hacen uso de este tipo de códigos maliciosos, en principio para acceder a los sistemas de los usuarios. Por regla general, hacen uso de algún tipo de ingeniería social con el fin de engañar a las potenciales víctimas para que carguen y ejecuten estos troyanos en sus equipos a través de algún software aparentemente legítimo.
Así, una vez se han activado, los virus troyanos de los que os hablamos aquí permiten a los atacantes espiar nuestros movimientos con el fin de robar nuestros datos personales. Todo ello haciendo uso de una puerta trasera del sistema para ponerse a trabajar sin que seamos conscientes de nada. Esto significa que, una vez se ha instaurado el troyano en nuestro PC, nosotros seguimos usándolo como si no pasase nada.
Esto quiere decir que accedemos correo electrónico o a la web del banco con las correspondientes credenciales, como siempre. Sin embargo, ahí está el troyano como tal para hacerse con estos datos de autenticación y enviarlos a un servidor remoto.
Tipos de troyanos que nos pueden infectar
Este formato de malware lleva décadas entre nosotros, aunque antes eran bastante menos complejos que ahora. Nos encontramos, por tanto, con múltiples tipos de troyanos que pueden llegar a nuestros ordenadores, en la mayoría de las ocasiones para hacerse con datos privados.
De ahí que a continuación os vamos a mostrar algunos de los más habituales en los tiempos que corren y unas pueden infectar en cualquier momento si no tomamos ciertas precauciones.
- Exploits.
- Troyanos bancarios.
- Troyano Clampi.
- De puerta trasera.
- Troyano DDoS.
- Instalador de malware.
- GameThief.
- Geost.
Consejos para evitar estos códigos maliciosos
Los usuarios con el paso de los años han acumulado una buena cantidad de experiencia para evitar la llegada de estos virus. Pero al mismo tiempo, los ataques, cómo se producen con los troyanos que os mencionamos aquí, cada vez son más complejos para engañarnos.
Básicamente, esto quiere decir que deberíamos tomar ciertas precauciones generales para evitar la llegada de estos y otros códigos maliciosos a nuestros dispositivos. Especialmente en Windows, siempre deberíamos tener instalado y mantener actualizado un antivirus, ya sea el que nos propone la misma Microsoft o cualquier otro.
Igualmente, deberíamos desconfiar, ya que ella es páginas web no oficiales y sospechosas a la hora de descargar cualquier programa nuestro equipo. Hay que tener en cuenta que nadie regala nada, incluyendo los programas que normalmente son de pago. Al mismo tiempo, debemos andar atentos a los ficheros adjuntos que nos llegan por correo electrónico, ya sean de fuentes conocidas o desconocidas. Cabe mencionar que estas medidas de protección y precaución son extensibles tanto para los troyanos, como para otros muchos tipos de códigos maliciosos.
