El gremio periodístico y fotográfico se congregó hoy en el Parque Bicentenario para alzar la voz ante la inseguridad y precarización laboral que cobra vidas en la industria. La manifestación surgió tras el trágico accidente que le arrebató la vida a Berenice Giles y Miguel Hernández, dos fotógrafos que colaboraban para el medio independiente Mr. Indie, durante el primer día del Festival Axe Ceremonia.

El sábado, una estructura metálica decorativa colapsó y cayó sobre las víctimas, poniendo en evidencia las carencias en medidas de seguridad por parte de los organizadores del evento. Este lamentable hecho generó indignación en la comunidad artística y periodística, quienes exigen justicia para sus colegas fallecidos y mejores condiciones laborales.
Una de las voces en la protesta expresó en el micrófono: «Berenice y Miguel no son una estadística. Todos nosotros, escritores, fotógrafos, tenemos la herramienta del cambio. Si no exigimos esas condiciones, nadie nos las va a dar. Si no señalamos a las empresas, a las promotoras, a los artistas, nadie lo hará.»

La circulación del nombre de Bere y Miguel en redes sociales precedió cualquier confirmación oficial, dejando entrever la falta de comunicación por parte de los organizadores y autoridades. Adriana, fotógrafa musical presente en el mitin, enfatizó la gravedad de la situación: “Está cabr… que entre nosotros tuvimos que empezar a buscar. Lo que está más cule… es que ya sabían que era alguien de prensa. Todas las pulseras tienen nuestros datos.”
Durante el evento, se denunció la explotación de trabajadores de prensa en festivales, donde las acreditaciones se dan a cambio de fotografías y los compromisos laborales carecen de formalidad. La frase que resonó entre los asistentes fue contundente: “Nosotros también importamos.”
Asimismo, los manifestantes cuestionaron el silencio de la promotora Echo y del medio Mr. Indie respecto al accidente y la falta de apoyo a las familias de las víctimas. Entre los reclamos, se señaló que si no se hubiera generado presión en redes sociales, el festival habría continuado como si nada. Finalmente, el segundo día del festival fue cancelado.
La familia de Berenice Giles, por su parte, aún enfrenta dificultades para reclamar el cuerpo de la víctima. Esta situación, sumada a la indiferencia de los organizadores, incrementa el dolor y la indignación de la comunidad.
Con esta protesta, el gremio busca no solo justicia para Bere y Miguel, sino también una transformación en la manera en que los trabajadores de prensa son tratados en la industria musical y en eventos masivos.