0.5
Reviewer
Pocas veces voy con las expectativas tan bajas al cine, pero hay veces que existen cosas como Peter Pan Pesadilla en la Tierra del Nunca Jamás (Peter Pan’s Neverland Nightmare) que simplemente existen para hacerme enojar muchísimo.
Sin embargo, hubo una sorpresa al verla, ya que fuera de que me pareciera tremendamente horrible, el problema mayúsculo fue que es una película altamente aburrida, simplemente es difícil mantenerse despierto ante tal desperdicio.
Si es que no topas de qué va el asunto, debes de saber que, desde que algunas licencias de cuentos de hadas caducaron, tuvieron a bien adaptar las historias al terror, convirtiéndolas en “slashers” de hueva, tratando de justificar el “What If” de que los tiernos personajes se vuelvan psicópatas.
Ya lo vimos con el oso Winnie Pooh, y ahora tocó el turno al cuento de Peter Pan, aquel niño eterno que salva a otros niños y los lleva a la tierra de Nunca Jamás, con la promesa de que ahí se gobernarán solos y no habrá reglas ni padres que jodan la existencia.

De esto va Peter Pan Pesadilla en la Tierra del Nunca Jamás
Pues empezamos la historia conociendo a Peter Pan (Martin Portlock), un wey medio zafado que se dedica a secuestrar niños y a matar a sus padres para “según él” llevarlos por orden del “verdadero” Peter Pan, a la hermosa tierra de Nunca Jamás.
Luego entonces conocemos a la familia de los Darling, quienes son víctimas del Peter Pan cuando el pequeño Michael (Peter DeSouza-Feighoney) es secuestrado por el psicópata, por lo que le toca a su hermana Wendy (Megan Placito) investigar la vieja leyenda para poder rescatar a su hermano.
Se los juro que estoy tratando de sacarle contexto a la historia, pero les aseguro que es una historia que han visto miles de veces.
Total que el Peter tiene una casa de seguridad en donde tiene secuestrados niños y los quiebra, sin embargo, en esta casa viven dos personajes más (casi que lo único rescatable de la película) por un lado, tenemos a Garfio, un morrito que vive en las mazmorras y que está todo traumado por no haber visto la luz del día durante 15 años.
Y por otro lado tenemos a Campanita (Kit Green), una mujer trans que se adaptó a la vida cruel de Peter Pan y sus tremendas drogas y que ahora vive a merced de este desquiciado cabrón.
Total que como les dije, la historia es la misma de siempre, pero en serio la misma, la morra va por el asesino, hay mucha sangre, muchos pelos, mucha muerte y termina rescatando al morrito, no sin antes tener una choteadísima ultima escena en donde “oh sorpresa” el villano sigue con vida.

Lo bueno de la película
Campanita
Lo malo de Peter Pan Pesadilla en la Tierra de Nunca Jamás
No sé ni por dónde empezar en este despropósito; se sabía claramente que no iba a hacer una buena película, pero definitivamente no esperaba que fuera tan aburrida.
Las actuaciones son de hueva, al nivel de la Rosa de Guadalupe, en donde el Peter Pan quiere verse y sentirse como el Joker de Ledger pero no le llega ni a los talones, y donde el morrito secuestrado no tiene ni idea de la actuación.
Además, al querer justificar tanta violencia, le meten tremenda putiza a la Wendy y aguanta más madrazos que el mismísimo Terminator.

Conclusión
Estoy hasta la madre de que quieran justificar sus pinches churros de terror, con historias de la literatura y cine clásicos, no tiene sentido alguno que el psicópata sea fan del Peter Pan, más allá de que diga que se los quiere llevar a Neverland.
Es aburrida con ganas, las actuaciones son simples, la sangre parece Kool Aid, y bueno, claramente por el morbo esta mala costumbre no va a parar, ya veremos al ratón Miguelito acuchillando en otra historia más de hueva.
Sin duda lo único rescatable es ver a Campanita hasta su madre de drogada con su “Polvo de Hadas”.
Es una película olvidable que neta recomiendo saltarse en esta vida, nadie va a hablar de ella más que como referencia de cómo hacer una mala película de terror , sin embargo si te quieres hacer el valiente y verla en cine, la película se estrena este mismo fin de semana (27 marzo) en cines.
Pero te recomiendo que te lleves tu cobijita y una almohada para que duermas sabroso de tan tremendo bodrio aburrido.