Leyendas del rock, pioneros del grunge y de las bandas mas influyentes de los años 90 a la fecha, así es Mudhoney, quienes son banda de culto y siguen siendo fieles a sí mismos.
Mark Arm es uno de esos personajes que siguen siendo muy sencillos, que han pasado por problemas de adicciones bastante fuertes y habla desde la experiencia casi mortal (sobredosis de las que muchos no regresan) y ha visto nacer, crecer y morir un buen de bandas y géneros a su alrededor. Hoy en día, trabajando en SubPop, el sello que les abrió las puertas a todas estas bandas como Nirvana, Soundgarden, L7 y claro, Mudhoney,
Tras diez años de espera, Mudhoney volverá a México este 30 de marzo al Foro Indie Rocks y lo harán acompañados por los Carrion Kids, en lo que promete ser un combo ganador de principio a fin.
Así que esta fue la oportunidad de platicar con esta leyenda en vida sobre el grunge y de lo último que han hecho como banda.
Mudhoney, sin miedo a ser políticamente incorrectos
Hace unos días Mudhoney es parte de una antología en Bandcamp, donde las ganancias se van destinadas a la gente que perdió sus casas en los incendios de Los Ángeles, y fue muy claro en porqué lo hizo, ya que no todo es la gente rica de Hollywood:
“Nuestra persona de A&R (artistas y representación), Chris Jacobs, aquí en Subpop, me dijo: “¿Quieres participar? Es una iniciativa benéfica para quienes perdieron sus casas en el incendio”. Y, al contrario de lo que mucha gente piensa, no todas las casas eran de la época de los palacios, donde vivían solo los ricos. También está Alhambra, que es una zona de clase media. Es donde viven muchos artistas que viven al margen. Es el último de los pocos lugares asequibles de Los Ángeles, y quedó totalmente destruido”.
Esta banda plenamente nacida en la lluviosa, un poco gris y marítima ciudad de Seattle siempre se ha destacado -más allá de las distorsiones y pegarle demasiado recio y crudo- por sus letras, muchas irónicas, otras con humor simple y bobo y otras en especial políticas, sin miedo a mentar madres ni quedarse callados de cosas que no les gustan o están bien. Ya sea desde su primer álbum de finales de la década de los 80 hasta Plastic Eternity del 2023.
“Realmente no puedo hablar por nadie más. Pero ya sabes, vengo de una era de la música, no maduré, pero supongo que empecé a tocar en bandas como en 1980, cuando nació el hardcore punk y mucho de eso fue bastante político. Siempre me han atraído más las bandas con algo que decir que las que solo cantaban sobre conducir coches de lujo y tener sexo, ¿verdad? Bueno, eso no tiene importancia. O vamos a festejar, festejar, festejar, ya sabes, había muchas bandas mainstream en los años 70, diciendo ‘Hoy es el momento de rockear, vamos a festejar’, y al momento de saber porqué otros prefieren evitar estos temas solo pudo decir, ‘deberíamos preguntarles, sabes, porque son unos cobardes’.

Green River, el inicio de todo y los discos de aniversario
Siguiendo esta charla con Mark, llegamos al punto de recordar que hace unos años se armó una edición especial por los 30 años de Every Good Boy Deserves Fudge, así que habría oportunidad de tener nuevas ediciones a los siguientes álbumes que van cumpliendo fechas especiales como My Brother The Cow, que ahora anda por esos números.
“Bueno, el problema con todo es que está en Warner Brothers. Está en Reprise. Así que es mucho más difícil para nosotros. Ni siquiera sé a quién contactar si queremos hacer algo con esos discos. Había una caja recopilatoria de la época de Warner Brothers y alguien de Rhino, asociado con Warner Brothers, nos contactó y nos preguntó: “¿Quieren hacer esto?”. Estamos seguros de que lo habrían hecho de todas formas, pero Dan tenía un montón de demos y algunas grabaciones en vivo, así que trabajaron con nosotros.
Pero no sé cómo contactar con nadie allí, mientras que Subpop tiene las cintas en su propio almacén y yo trabajo allí. Así que fue mucho más fácil. No me opongo a hacer ediciones de aniversario. Me parece raro que algo tenga 30 años. Creo que el único disco en el que realmente participé y que realmente se benefició de las remezclas y todo eso fue “Rehab Doll” de Green River. Porque la mezcla original tenía ese sonido de batería de los años 80, un poco tonto. Y lo perfeccionamos un poco y le dimos un sonido más normal. Así que creo que fue una mejora”.

Y ya que andamos hablando sobre Green River, esta banda que tuvo una corta duración (1984 – 1987) y que tuviera en sus filas a Jeff Ament y Stone Gossard, dos elementos importantes en la escena del grunge al ser de los fundadores de Pearl Jam, qué recuerdos tiene Mark sobre estos años.
“Bueno, cuando nos reunimos fue para el concierto de aniversario de SubPop. ¿Fue en el 25? Creo que pudo haber sido en el 25. Me sorprendió bastante que, como todos estaban ocupados con sus asuntos, pudiéramos juntarnos y lograrlo. Y después dimos un par de conciertos, por ejemplo, un concierto en el Show Box dentro de uno o dos años. Hubo conversaciones informales sobre la posibilidad de hacer una gira o algo así, pero no creo que fuera a suceder. Ya no me imagino a Stone y Jeff queriendo simplemente subirse a una camioneta y dormir en un motel o en casa de alguien. Esos días ya pasaron.
Éramos una de las pocas bandas de la época que intentaba salir de gira desde Seattle. Los U-Men hicieron una gira en Texas durante un mes y dieron tres conciertos, así que no es realmente una gira. Simplemente se mudaron a Austin por un tiempo. Y también nos los encontramos en Nueva York. Porque hubo un momento en que el primer disco de Green River y el segundo EP de U-Men salieron con Homestead Records, que tenía su sede en Nueva York. Así que estuvimos allí al mismo tiempo, lo cual fue genial.
El evento se iba de gira, pero la mayoría de las bandas no salían mucho de la ciudad, excepto quizás para ir a ciudades vecinas como Portland, Olympia, Bellingham o Vancouver”.
Obviamente, salir de Seattle involucraba un gasto, cambiar sus prioridades y tener un espíritu de aventura, pero, sobre todo, un esfuerzo económico. Así nos contó Mark cuando trabajaban sacando copias y en una cafetería:
“Bueno, para que Green River saliera en nuestra primera gira, lo que hicimos fue, ya sabes, tener trabajos de mierda y ahorrar dinero. Yo, por aquel entonces, tenía ahorrados unos 750 dólares, bastante dinero para alguien que ganaba unos 4 dólares la hora.
Trabajaba en una copistería, como una especie de Kinko’s. Jeff hacía café expreso en una época, antes de que Starbucks se popularizara. Fue así. Todos ahorramos un poco para ir de gira y tuvimos que dejar nuestros trabajos. Eres joven y los trabajos son una tontería, así que dejarlo no fue gran cosa.
Solo esperábamos que, al volver, todavía tuvieras un sitio donde vivir y pudieras encontrar trabajo fácilmente. Al final trabajé en Muzac. Recuerdo haber trabajado allí e ir de gira a Green River. No estaban muy contentos con eso, y antes de que yo siguiera trabajando allí, antes de que Mudhoney se fuera de nuestra primera gira y tuviera que renunciar, me decían que no podía hacerlo porque no podía irme cuatro semanas y luego esperar tener un trabajo. Está bien, de todas formas, no me gusta trabajar aquí.

Honestamente, por encima de todas las cosas y hablando de estos primeros años de Mudhoney y también de los primeros años del grunge, creo que me gusta la historia oral, cuando varias personas hablan de sus recuerdos de un evento en particular y ninguno de ellos coincide, ya sabes, esto es porque cada uno tiene su propia perspectiva y su propia memoria y especialmente si es algo que sucedió hace 35 años, tu recuerdo cambiará con el tiempo.
La memoria no es perfecta. Creo que cuando hablas de algo, simplemente recuerdas la última vez que lo mencionaste, en lugar del evento real que ocurrió hace 35 años. Es como jugar al teléfono descompuesto en tu cabeza.
Si te suena, el teléfono era un juego que jugabas de niño en la primaria: te sentabas en círculo y le susurrabas una frase al niño de al lado, y ese niño le susurraba lo que había oído a la siguiente persona para cuando volvía a ti, unas 20 personas ya la habían cambiado. No es lo mismo que la primera frase que dijiste, y creo que así es como funciona la memoria”.
Cuando nacía el grunge ¡sin saber que eran grunge!
Cuando eres parte de un movimiento bastante inocente (en el sentido de que no buscas algo con una intención en masa) donde vas formando amistades con chicos que gustan de lo mismo que tú y poco a poco van creciendo, no tienes muy claro qué está pasando para la gente externa, ya que dentro, las bandas se ven como amigos con algunas diferencias.
De fuera, para la radio, disqueras y promotores esto se veía como una camada a la cual se le podía sacar provecho y para englobar este sonido que iba del punk, al rock alternativo y hasta el metal que se estaba gestando en Seattle, mejor le pusieron de nombre: Grunge.
“Creo que todavía nos considerábamos parte de la escena underground. Teníamos bandas como Sonic Youth, Big Black y los Butthole Surfers, y también la faceta más directa del rock and roll, como The Replacements, y nos sentíamos parte de todo esto.

Teníamos amigos en bandas como Killdozer y nos gustaba mucho el scratch acid. Y luego un montón de bandas australianas como Feed Time, The Scientists y Cosmic Psychos, entre otras. Y, por supuesto, todo esto lo empezaron personas mayores que nosotros a finales de los años 60 y principios de los años 70. Bandas como The Stooges, The MC5, Blue Cheer, The Saints, Radio Birdman, The Damned… todos nos sentíamos parte de esta tradición. No es necesariamente… quiero decir, la palabra punk no existía cuando los Stooges, Blue Cheer y MC5 empezaban, sino que eso se convirtió en punk rock, y luego muchas de estas bandas eran punk, pero no todas sonaban igual.
Y siento que pasa algo parecido con el grunge. Creo que la línea principal era que todas las bandas eran como bandas de rock, con distintos grados de intensidad o sonoridad. Es decir, todas eran bandas ruidosas, incluso Pearl Jam. Si comparas muchas de las bandas que eran populares, la gente que fue expulsada de las listas, no del top sino un poco más abajo, como Nirvana, Pearl Jam, Alice & Chains y luego Soundgarden, habrían sido bandas como C&C Music Factory, Michael Jackson, Poison, Mötley Crüe, todas esas bandas que parecían muy artificiales. Sentí que tenía más afinidad con bandas como Metallica o Slayer, y Slayer también es bastante artificial. Pero, sabes, simplemente no parecíamos tener un objetivo, eran como “tómennos tal como somos”.
Ya sabes, hicieron que la cultura pop viniera a ellos en lugar de intentar apuntar a algo que pensaban que sería popular y tratar de copiarlo.

Era solo un niño que iba a conciertos, tocaba en bandas y hacía amigos con otros chicos que también tocaban en bandas e iban a conciertos. No había nada en ese momento que me pareciera importante, y mirándolo en retrospectiva, no lo es. Es solo música. No es algo realmente innovador, es entretenimiento, la gente puede disfrutarlo, pero no es algo que afecte la vida de todos.
Si piensas en los músicos y bandas más grandes, como Taylor Swift, que hace una gira por estadios gigantes, pero vas a ver un partido de béisbol o fútbol y el mismo equipo juega en el mismo estadio un par de veces por semana, siempre está lleno, y Taylor Swift no puede hacerlo en el mismo lugar una y otra vez. Ninguna banda puede hacerlo.
La gente se ve más afectada por los deportes. Creo que los aficionados a la música pueden permitírselo tanto como los aficionados a los deportes. Estoy seguro de que hay una relación entre ellos. Que te gusten los deportes no te hace rico. Es muy interesante”.