El death metal no surgió de la nada. A principios de los 80, mientras el thrash aceleraba los tempos y el punk vomitaba su rabia, un grupo de músicos comenzó a retorcer las cuerdas y aporrear los tambores hasta dar con algo más denso, más visceral, más allá de lo que el metal había explorado hasta entonces. Fue un proceso orgánico, casi caótico, que tomó forma en garajes de Florida, sótanos suecos y estudios improvisados, donde las grabadoras de cinta capturaron los primeros rugidos de un género que se negaba a encajar en moldes. Bandas como Possessed y Death no solo pusieron nombre a esta bestia, sino que trazaron las líneas iniciales de un mapa que otros expandirían con sangre, sudor y amplificadores al límite.
Seleccionar 50 nombres para este artículo no fue tarea sencilla. El death metal, con sus ramificaciones —del brutal al melódico, del técnico al primitivo—, abarca décadas de evolución y cientos de propuestas que podrían reclamar un lugar. La lista que sigue no pretende ser un ranking ni un veredicto final, sino un recorrido por las voces que construyeron el género y lo llevaron a rincones inesperados. Aquí hay pioneros que grabaron demos en condiciones precarias, grupos que redefinieron las reglas con discos que aún resuenan en los parlantes de los fanáticos, y otros que cruzaron fronteras geográficas para probar que el death metal no conoce límites. Cada entrada refleja un momento, un lugar o una idea que explica por qué este estilo sigue siendo un grito vivo en 2025.
1. Possessed (1983)
Con su demo Death Metal y el álbum Seven Churches (1985), esta banda de California dio el primer zarpazo. Su mezcla de thrash acelerado y voces que parecían surgir de un pozo sin fondo marcó el punto de partida.
2. Death (1983)
Chuck Schuldiner y compañía arrancaron con Scream Bloody Gore (1987), un disco que puso a Florida en el mapa. Luego, con Symbolic, demostraron que el género podía ser tan cerebral como visceral.
3. Slayer (1981)
Aunque su corazón es thrash, Reign in Blood (1986) fue un catalizador. La velocidad y la furia de esas canciones abrieron la puerta a lo que vendría después.
4. Bathory (1983)
Quorthon comenzó en Suecia con un sonido crudo que, aunque derivó al black metal, dejó ecos en el death metal nórdico de los años siguientes.
5. Mantas (1983)
El embrión de Death. Su demo Death by Metal es un documento histórico, una chispa que prendió fuego a todo lo demás.
6. Necrofrost (1984)
Desde Suecia, exploraron terrenos técnicos y extremos que luego otros perfeccionarían.
7. Morbid Angel (1984)
Altars of Madness (1989) llegó como un huracán desde Tampa. Las guitarras de Trey Azagthoth y las letras de David Vincent fijaron un estándar.
8. Autopsy (1987)
Con Severed Survival, metieron al death metal en una morgue, mezclándolo con tempos lentos y un aire fúnebre.
9. Obituary (1984)
Slowly We Rot (1989) trajo un sonido pantanoso desde Florida, con voces que parecían masticar grava.
10. Carcass (1985)
Arrancaron con grindcore en Reek of Putrefaction, pero Heartwork (1993) llevó el death metal a terrenos melódicos sin perder filo.
11. Cannibal Corpse (1988)
Desde Buffalo, Nueva York, convirtieron la brutalidad en un arte. Tomb of the Mutilated es una clase magistral de caos controlado.
12. Deicide (1987)
Glen Benton y su debut homónimo (1990) trajeron letras que desafiaban todo, envueltas en riffs que cortaban como vidrio.
13. Napalm Death (1981)
El grindcore de Scum fue un puente hacia el death metal, con una velocidad que obligó al género a correr más rápido.
14. Bolt Thrower (1986)
Desde Inglaterra, con Realm of Chaos (1989), contaron historias de guerra con un sonido que aplastaba como un tanque.
15. Entombed (1987)
Left Hand Path (1990) definió el death metal sueco con ese zumbido de guitarra que se convirtió en marca registrada.
16. Dismember (1988)
Like an Ever Flowing Stream (1991) mantuvo viva la tradición sueca con riffs que eran pura electricidad.
17. Grave (1986)
Into the Grave (1991) mostró cómo el death metal podía ser oscuro y directo, sin adornos.
18. Unleashed (1989)
Con Where No Life Dwells, añadieron un toque vikingo al death metal sueco.
19. At The Gates (1990)
Slaughter of the Soul (1995) abrió las puertas al death metal melódico y cambió el juego.
20. Suffocation (1988)
Desde Nueva York, Effigy of the Forgotten (1991) puso al brutal death metal en un pedestal técnico.
21. Incantation (1989)
Onward to Golgotha (1992) sumergió al género en un abismo de atmósferas densas.
22. Immolation (1986)
Dawn of Possession (1991) trajo disonancias y estructuras que desafiaban la norma.
23. Cryptopsy (1988)
Canadá entró al mapa con None So Vile (1996), un torbellino de técnica y ferocidad.
24. Vader (1983)
Polonia aportó De Profundis (1995), un asalto constante de precisión y fuerza.
25. Nile (1993)
Amongst the Catacombs of Nephren-Ka (1998) combinó death metal con historias del antiguo Egipto.
26. Gorguts (1989)
De Canadá, pasaron del death clásico a algo extraño y único con Obscura (1998).
27. Atheist (1984)
Unquestionable Presence (1991) metió jazz y progresión en el death metal sin que sonara forzado.
28. Cynic (1987)
Focus (1993) tomó esas ideas y las llevó más lejos, con un pie en el cosmos.
29. Pestilence (1986)
Holanda entró con Consuming Impulse (1989), un giro del thrash al death técnico.
30. Malevolent Creation (1987)
The Ten Commandments (1991) mantuvo a Florida como epicentro del género.
31. Vital Remains (1988)
Dechristianize (2003) es una maratón de death metal con ambición épica.
32. Broken Hope (1988)
Swamped in Gore (1991) trajo gore y brutalidad desde Illinois.
33. Mortician (1989)
Nueva York dio Hacked Up for Barbecue (1996), un experimento en tempos lentos y terror.
34. Hypocrisy (1990)
Peter Tägtgren evolucionó de Penetralia a discos como Abducted (1996), con un toque espacial.
35. Dissection (1989)
Storm of the Light’s Bane (1995) cruzó death y black con melodías heladas.
36. Septicflesh (1990)
Grecia aportó Mystic Places of Dawn (1994), un death metal con capas sinfónicas.
37. Rotting Christ (1987)
Sus primeros trabajos, como Thy Mighty Contract (1993), tocaron el death antes de girar al black.
38. Benediction (1989)
Desde Birmingham, Subconscious Terror (1990) mantuvo el death metal británico en pie.
39. Asphyx (1987)
Holanda dio The Rack (1991), un cruce entre death y doom.
40. Therion (1987)
Beyond Sanctorum (1992) fue su aporte al death antes de explorar otros caminos.
41. Tiamat (1987)
Sumerian Cry (1990) mostró un death metal sueco con raíces oscuras.
42. Merciless (1986)
The Awakening (1990) conectó thrash y death en Suecia.
43. Monstrosity (1990)
Imperial Doom (1992) mantuvo a Florida en la conversación.
44. Sinister (1988)
Cross the Styx (1992) puso a Holanda en el radar con riffs afilados.
45. Massacre (1985)
From Beyond (1991) es un clásico del death metal floridano.
46. Brujeria (1989)
Matando Güeros (1993) trajo death/grind con sabor mexicano.
47. Cattle Decapitation (1996)
De San Diego, Monolith of Inhumanity (2012) refinó su brutalidad.
48. Decapitated (1996)
Polonia dio Winds of Creation (2000), un debut técnico demoledor.
49. Bloodbath (1998)
Un supergrupo sueco que, con Nightmares Made Flesh (2004), revivió el death clásico.
50. Behemoth (1991)
De sus raíces black, Demigod (2004) los llevó a un death metal expansivo.
¿Por qué estas 50? Porque juntas cuentan la historia del death metal: desde los garajes donde Possessed y Death ensayaban hasta los estudios donde Nile y Bloodbath grabaron discos que siguen retumbando. Hay bandas que definieron subgéneros, otras que rompieron barreras geográficas, y algunas que simplemente se negaron a dejar que el género se estancara. Esto no es nostalgia ni un museo; es un reconocimiento a los que construyeron algo que, en 2025, sigue creciendo. ¿Qué nombre añadirías tú?