
Hoy vamos a hablar de BitLocker. Esta herramienta, integrada en Windows directamente, nos permite proteger tanto nuestras unidades de disco duro como de memorias USB. El objetivo de esta funcionalidad es que cualquier usuario que pueda establecerse en tu ordenador (tal vez por un entorno laboral o por robo) no pueda acceder a tus datos.
Esta funcionalidad viene por defecto en las versiones de Windows Pro, Enterprise y Education y posee algoritmos avanzados de cifrado para proteger nuestros datos intentando que afecte lo mínimo al rendimiento de nuestro PC. Pero no es oro todo lo que reluce, pues pese a sus ventajas de seguridad, también presenta ciertas limitaciones que podrán suponer pegas para ciertos usuarios.
Ventajas de BitLocker
Protección de nuestros datos. Es obvio que este es el principal beneficio. Que terceros no puedan acceder a tu información en cualquier unidad de memoria es una ventaja que justifica por sí sola la instalación del mismo.
Integración en los sistemas de Windows. Como hemos dicho anteriormente, viene integrado por defecto en Enterprise, Education o Pro. Esto facilita su uso sin necesidad de instalaciones adicionales. Si tu versión es otra, como Home, siempre podrás encontrarlo en la red. Además, se integra con TPM para que no requiera contraseña al reiniciar el equipo.
Impacto casi imperceptible en el rendimiento. Aunque el cifrado puede afectar al rendimiento en cuanto a velocidad (como lo haría cualquier otro programa homólogo), BitLocker está configurado para que su impacto sea lo más ligero posible. Además, en equipos modernos con SSD, es prácticamente imperceptible.
Protección constante. BitLocker funciona incluso mientras lo usas. Esto quiere decir que la seguridad se mantiene incluso si modificas archivos en la unidad/unidades protegidas.
Principales problemas de BitLocker
Disponibilidad limitada. Como hemos dicho en el presente artículo, tan solo está disponible en tres versiones de Windows, por lo que no acapara al 100% de los usuarios de nuestro sistema operativo. En ese caso, podrás acceder a opciones externas para que puedas experimentar estas funciones.
Obligatoriedad del TPM. El funcionamiento de BitLocker depende de los chips TPM. Un hardware con capacidad para almacenar claves de cifrado. Si tu equipo no cuenta con este tipo de hardware, deberás configurar BitLocker a través de una unidad USB o establecer una contraseña para el programa cada vez que reinicies el PC.
Incompatibilidad con sistemas no Windows. Un disco que haya sido cifrado con esta funcionalidad no podrá ser leído con, por ejemplo, sistemas como Linux. Esto puede suponer un problema, dependiendo de tus circunstancias.
Riesgo de pérdida y de recuperación. Esta pega es de extrema importancia: si pierdes u olvidas la clave que has configurado para recuperar la información, no podrás acceder más a tus datos. Esta situación es crítica en casi cualquier situación. En cualquier caso, haz balance sobre la opción de hacer una copia de seguridad, ya sea en otra unidad de memoria o en alguno de los servicios disponibles en la nube.
Por consiguiente, si dispones de BitLocker y trabajas con información sensible, es una gran opción para proteger tus datos de cualquier tipo. Eso sí, al menos, nunca olvides la contraseña de acceso.