El sábado 8 de marzo, la Ciudad de México fue testigo de una noche cargada de energía y emoción, al recibir en el escenario del salón La Maraka a tres bandas con un metal moderno que tenían la misión de conquistar al público. Lack of Remorse, Rain City Drive y Dayseeker fueron los encargados de hacer vibrar a los asistentes.
Al llegar al recinto, lo primero que se percibía era la promoción de eventos de música popular. Sin embargo, al adentrarse al lugar, el ambiente se teñía de negro gracias a las playeras de los asistentes, quienes disfrutaban de sus primeras cervezas mientras comenzaba el show con Lack of Remorse. Esta banda nacional ofreció una actuación llena de energía y desparpajo, dejando claro que, a pesar de las expectativas de que la primera agrupación no sería tan bien recibida, iban a darlo todo sobre el escenario. Y lo cumplieron: la ovación del público fue inmediata, demostrando el compromiso y la entrega de los presentes.





Tras unos minutos de descanso, durante los cuales la pantalla del escenario anunciaba los próximos eventos del lugar, el público celebró con entusiasmo shows como el de Lupita D’Alessio. Luego llegó el turno de los estadunidenses de Rain City Drive, quienes no tardaron en elevar la intensidad del evento. Con canciones como «Lose My Composure» y «Over Me», Matt McAndrew y su banda cautivaron a los asistentes, quienes no dejaron de corear cada tema. Tras agradecer en español la calidez del público, la energía siguió creciendo con la colaboración de Rory Rodríguez, vocalista de Dayseeker, en la canción «Medicate Me». Este momento se convirtió en uno de los más destacados de la noche.









Ya con el ambiente a su máximo nivel, todo estaba listo para lo que sería la presentación estelar.
Después de una nueva ronda de cervezas, las luces se apagaron, y en la pantalla del fondo apareció una animación de un agujero negro, que simbolizaba la entrada al universo melancólico y envolvente de Dayseeker. Desde el primer acorde, Rory, Gino, Valerio y Mike se apoderaron del escenario. El público, completamente entregado, no dejó de responder durante toda la presentación, mientras la banda interpretaba temas como «Homesick» y «Without Me». El público se mantuvo en sintonía con cada emoción transmitida por los californianos, demostrando su conexión con la música.
Entre intercambios de palabras y gestos, Rodríguez recorría el escenario de un lado a otro, mientras Ramone Valerio, el bajista de la banda, se destacó como el músico con más energía, agitando al público con su presencia constante.









La noche transcurrió rápidamente, sin que la adrenalina de la audiencia disminuyera ni un instante. Cuando el concierto llegó a su fin, lo hizo con una nota altísima. Aunque el hardcore representa una vertiente musical diferente al metal más tradicional, la pasión de la banda y la entrega de los fans demostraron que, al final, la fuerza de la música no tiene fronteras.