A pocos más de seis meses para que Windows 10 deje de recibir actualizaciones oficiales por parte de Microsoft, el gigante tecnológico de Redmond no escatima en esfuerzos para convencer a los usuarios de Windows 10 para que actualicen a Windows 11. A día de hoy, Windows 11 solo representa el 38% de los sistemas operativos, en contraposición al 60% que tiene Windows 11.
La corporación americana ha actualizado su artículo sobre soporte de seguridad en Windows 10. En él, ha incluido Smart App Control de Windows 11. Esta es una funcionalidad que protege contra aplicaciones no deseadas o sospechosas. Sin embargo, si queremos aprovechar las funcionalidades al máximo Smart App Control, será necesario que realicemos una instalación limpia. Lo que implica reinstalar todo desde el punto cero.
Qué es Smart App Control
Nos encontramos ante una funcionalidad de seguridad impulsada por la nube de Microsoft, la cual bloquea software sin firmware (o sea, potencialmente dañino). Esta característica nos proporciona una capa extra de protección contra las amenazas online y otro tipo de software no deseado. El objetivo de todo es salvaguardar la seguridad de nuestro equipo.
La peculiaridad inicial de Smart App Control es que requiere de una instalación limpia de Windows 11. Ello conlleva que una actualización directa desde Windows 10 no desplegará todas las funciones de manera correcta. Por lo tal, para aprovechar esta funcionalidad son necesarias dos cosas. La primera es la ya mencionada instalación limpia, la cual implica formatear nuestro disco duro e instalar Windows desde 0. Y la segunda es mantener habilitados los datos de diagnóstico opcionales. Es decir, durante la configuración inicial del sistema operativo, debemos asegurarnos de mantener activada esta opción.
Pasos para una instalación limpia de Windows 11
Si te decides por realizar este proceso, lo ideal es que puedas hacer una copia de seguridad de tus datos. Todos tus archivos personales, documentos y configuraciones deberían estar respaldados en un lugar seguro. Lo siguiente será descargar la herramienta de creación de medios de Windows 11. Esto servirá para crear un medio de instalación. Al seguir las instrucciones de este programa, se nos permitirá crear un medio de instalación, que podrá ser o bien un USB o bien un DVD.
Lo siguiente será acceder a la BIOS/UEFI (pulsa F2, F12 o Esc justo cuando estés encendiendo el PC) y configura el arranque desde el USB o DVD que hayas seleccionado. El último paso de este proceso será seguir las instrucciones de instalación. En ellas podremos formatear nuestro disco duro e instalar Windows 11 desde cero. Solo mediante este proceso nos aseguraremos de que se ejecuta correctamente Smart App Control. Con todas sus funcionalidades disponibles.
Como ves, puede parecer suficiente que instalemos Windows 11 desde nuestro propio Windows 10. Sin embargo, Microsoft nos sugiere que lo hagamos de esta manera, entre otras cosas, por aprovechar esta funcionalidad llamada Smart App Control. Y realmente, en este caso, creo que sí puede merecer la pena. La prioridad de cualquier usuario debería ser la seguridad de su equipo, y esta herramienta influye enormemente en el funcionamiento de Windows 11. Además, no podemos olvidarnos de lo importante que es, de vez en cuando, empezar con una instalación de cero del sistema operativo, borrando todos los datos, programas y configuraciones que puedan darnos problemas para garantizar un funcionamiento perfecto.
Eso sí, como siempre decimos antes de cualquier proceso importante, ten en cuenta que deberás hacer una copia de seguridad de tus datos antes de trastocar cualquier archivo, si no quieres ver cómo desaparecen para siempre.
