5 bandas de metal español que mezclan folk con otros subgéneros

En España, la confluencia entre el metal y la música folk ha generado una serie de proyectos que han ampliado los límites del género, fusionando la agresividad de las guitarras con melodías tradicionales y ritmos ancestrales. Este tipo de propuestas han logrado consolidar una identidad propia dentro de la escena internacional, aportando matices que remiten tanto a la herencia celta como a las tradiciones ibéricas y medievales.

El uso de instrumentos como gaitas, flautas, zanfonas y violines ha permitido que estas bandas no solo dialoguen con la historia musical de la península, sino que también incorporen estructuras armónicas propias del metal extremo, el power metal y otros subestilos. A continuación, un recorrido por cinco agrupaciones que han sabido construir su sonido partiendo de esta fusión.

1. Mägo de Oz (Folk Metal / Power Metal)

Desde su fundación en 1988, Mägo de Oz se ha caracterizado por integrar elementos del folk celta dentro de un formato de power metal. Su propuesta ha evolucionado con el tiempo, incorporando influencias que van desde la música medieval hasta el hard rock. Con discos como Finisterra (2000) y Gaia (2003), la banda consolidó un sonido donde las estructuras del metal melódico conviven con pasajes instrumentales que remiten a la tradición celta, utilizando violines, flautas y teclados para enriquecer las composiciones.

2. Celtibeerian (Folk Metal / Pagan Metal)

Desde Ciudad Real, Celtibeerian ha desarrollado un estilo que se nutre tanto del folk celta como de la tradición ibérica. Su uso de gaitas, violines y whistles se combina con una base rítmica que oscila entre el metal extremo y el heavy metal clásico. En discos como Keltorevolution (2014) y Deiwos (2017), la banda ha explorado temáticas relacionadas con las antiguas civilizaciones prerromanas de la Península Ibérica, dotando a su propuesta de una identidad histórica muy marcada.

3. Saurom (Folk Metal / Heavy Metal)

Saurom comenzó su trayectoria en 1996 bajo el nombre de Saurom Lamderth, inclinándose inicialmente hacia un sonido influenciado por el power metal y el rock sinfónico. Con el tiempo, su música ha incorporado una presencia cada vez más notoria del folk, con una fuerte influencia de la música medieval y renacentista. En discos como Juglarmetal (2006), se pueden encontrar estructuras narrativas y melódicas que evocan el imaginario de los juglares y trovadores, utilizando instrumentos como la flauta travesera y el violín para reforzar esta estética.

4. Lépoka (Folk Metal / Melodic Death)

Lépoka, originarios de Castellón, han construido un estilo que combina la festividad del folk metal con la contundencia del death melódico. Sus composiciones incluyen pasajes de gran carga rítmica, alternando melodías de flauta y gaita con riffs pesados y una sección vocal que oscila entre el canto melódico y los guturales. A lo largo de discos como Bibere Vivere (2016) y El Baile de los Caídos (2020), han perfeccionado un enfoque que les permite moverse entre la agresividad y lo festivo sin perder cohesión estilística.

5. Northland (Folk Metal / Viking Metal)

Desde Barcelona, Northland ha desarrollado un sonido que combina elementos del folk metal con estructuras propias del viking metal y el death metal melódico. Su primer álbum, Northland (2010), presentó una serie de composiciones en las que las melodías tradicionales ocupan un lugar central, con un trabajo instrumental que destaca por el uso de violines y teclados atmosféricos. En su evolución, han mantenido un equilibrio entre la agresividad del metal extremo y la riqueza melódica del folk.

Conclusión

Estas bandas han contribuido a diversificar la escena del metal en España, integrando elementos de la música tradicional en propuestas que abarcan desde el power metal hasta el death melódico. Lejos de limitarse a una simple incorporación de instrumentos folk, han desarrollado estructuras musicales en las que la influencia de las tradiciones ibéricas y celtas es fundamental para la construcción de su identidad. Cada una, con su propio enfoque, ha conseguido establecerse dentro de un panorama donde la fusión de estilos sigue siendo un terreno en constante evolución.