Todo lo que necesitas saber sobre el doom metal y sus influencias más oscuras

El doom metal es uno de los subgéneros más antiguos del metal, caracterizado por tempos lentos, afinaciones graves y una atmósfera opresiva. Su evolución está profundamente vinculada a las primeras manifestaciones del heavy metal y al rock psicodélico de finales de los años 60. En este artículo se analizará su origen, influencias y derivaciones, así como su impacto en la escena metalera global.

Orígenes y antecedentes

La influencia de Black Sabbath en el doom metal es innegable. Desde su álbum debut en 1970, la banda británica estableció un sonido marcado por riffs pesados y líricas centradas en la desesperación y lo sobrenatural. Canciones como «Black Sabbath» y «Into the Void» sentaron las bases de lo que posteriormente sería el doom metal.

A finales de los años 70 y principios de los 80, bandas como Pentagram en Estados Unidos y Witchfinder General en el Reino Unido comenzaron a consolidar un sonido que expandía la propuesta de Black Sabbath. Paralelamente, la influencia del rock psicodélico y el blues pesado de bandas como Blue Cheer y Led Zeppelin también se hizo notar.

Desarrollo y consolidación

El doom metal tomó una forma definida en los años 80 con bandas como Saint Vitus y Trouble, que introdujeron una atmósfera más sombría y líricas centradas en la alienación y el sufrimiento. En Europa, Candlemass fue clave para el desarrollo del «epic doom metal» con «Epicus Doomicus Metallicus» (1986), añadiendo elementos operíticos y estructuras más elaboradas.

En los 90, el doom metal se diversificó en varias corrientes. El death/doom metal, popularizado por bandas como Paradise Lost y My Dying Bride, incorporó la agresividad del death metal con pasajes melancólicos. Por otro lado, el funeral doom, representado por Skepticism y Thergothon, llevó la lentitud y el minimalismo a niveles extremos.

Influencias y conexiones con otros subgéneros

El doom metal ha influenciado múltiples subgéneros del metal extremo. En el black metal, se han incorporado elementos atmosféricos y depresivos que pueden rastrearse al doom metal, como en el caso de Shining y Forgotten Tomb. En el sludge metal, bandas como Eyehategod han fusionado la pesadez del doom con la agresividad del hardcore punk.

En la década de 2000 y 2010, el post-metal y el doom experimental llevaron el género a nuevas direcciones con grupos como Neurosis y Cult of Luna, quienes incorporaron estructuras progresivas y ambientes densos.

Relevancia y escena actual

El doom metal sigue vigente con exponentes contemporáneos que exploran nuevas posibilidades dentro del género. Bandas como Bell Witch han redefinido la narrativa del funeral doom, mientras que proyectos como Pallbearer han revitalizado el sonido clásico con producciones modernas.

A nivel global, festivales como el Roadburn en los Países Bajos y el Maryland Deathfest en Estados Unidos continúan ofreciendo espacios para el doom metal en sus distintas variantes. La proliferación de sellos especializados, como Peaceville Records y Svart Records, también ha contribuido a la preservación y evolución del género.

Reflexión final

El doom metal ha trascendido décadas manteniendo su esencia de pesadez y melancolía. Su evolución y ramificaciones demuestran su relevancia dentro del metal, consolidándose como una expresión artística que sigue influyendo a nuevas generaciones de músicos y oyentes.