En la jerga de la clase obrera escocesa, The Bad Fire es la manera en que se refieren al infierno y que en el onceavo disco de Mogwai guarda relación con el terrible trance por el que pasó el multiinstrumentista Barry Burns, dado que su pequeña hija fue diagnosticada con anemia aplásica y corría un peligro de muerte… tras un largo periodo de quimioterapia y transfusiones, todo indica que el problema se solucionó con un trasplante al que ha reaccionado bien la niña de 7 años.
TXT:: Juan Carlos Hidalgo
Ahora Rosa Burns aparece como letrista en “God Gets You Back”, la canción que abre el disco, y que comienza como una experiencia abstracta hasta que al final incorpora unas frases un tanto etéreas. Mientras duró la enfermedad, el resto de Mogwai fueron componiendo lentamente para tener material listo y una vez que Barry pudo tomarse un respiro y reincorporarse hizo sus partes en dos meses… ¡y vaya que el disco es rebosante en sintetizadores y acentos electrónicos!
La vida es agridulce -¡se sabe de cierto!-. Y es que la banda se encuentra en un periodo de madurez y además venían de cosechar muchísimos éxitos con su antecesor; un As the love continues (2021) que les trajo su primer número 1 en las listas del Reino Unido. Lo mejor de todo, es que la ausencia temporal de Burns terminó con un final feliz y es así como pulieron temas tan de su estilo como “What Kind of Mix is This?”, en la que aprovechan al máximo la presencia del productor John Congleton, reconocido por sus aportaciones a St. Vincent, Explosions in the Sky y John Grant, entre otros.
Pero el punto culminante de este nuevo álbum de los escoceses es, ni más ni menos, que “Fanzine Made of Flesh”, donde se alejan del post-rock y se acercan a un indie rock mucho más melódico en el que resalta el trabajo de la voz con Vocoder -¿o será Auto-Tune?-. La canción es un trallazo en el que no sólo están las guitarras marca de la casa, sino que los sintetizadores destacan esplendorosos.
Son ya 30 años de trayectoria de los de Stuart Braithwaite y compañía, y los celebran al 100% en tiempo presente y sin nada de nostalgia; ellos poseen hasta su propia disquera –Rock Action Records– lo que les garantiza libertad completa de movimientos; además de contar con una base muy estable y fiel de seguidores.
Hoy día pueden recurrir a un solo de guitarra, como en “Lion Rumpus”, o bien regodearse en el shoegaze más clasico, tal como sucede en la efectiva “18 Volcanoes”; ellos ya han atravezado ese Bad Fire y salieron indemnes -¡por fortuna!-.
Mogwai atraen tanto por su música instrumental -que es la mayoría- o bien en las contadas ocasiones en que incorporan letras y voz a sus composiciones -esta vez en 2 de 10 oportunidades-. Poseen una esencia cinematográfica que imprimen a lo que hacen y que les sirve para ofrecer una experiencia completa, más que otra cosa.
En Mogwai hay una refinada estética que se desborda… hay energía y emotividad; mucho talento aplicado al oficio de ejercer como músicos con muchísima exigencia de por medio. ¿Merecen tanto elogio? Por supuesto, sencillamente son una gran banda en un momento de plenitud total.
También te puede interesar: Cabaret de Galaxias #53: desparramar pasión desde el asteroide Eurípides
The post Mogwai: inmensidad post- rock que surgió de un ‘mal fuego’ appeared first on Revista Marvin.