Esto es lo que siempre hago antes de instalar una extensión en Chrome: así evito infectarme

Google chrome

Las extensiones de Chrome tienen un potencial increíble para maximizar nuestro rendimiento con el navegador. Cualquier tipo de función, desde el rendimiento al apartado visual, puede ser optimizada con extensiones. Yo, por ejemplo, poseo extensiones útiles para Google Drive, Gmail o YouTube. Sin embargo, también puede ser una puerta de entrada para malware y otros scripts nocivos.

Para ello, es fundamental verificar al máximo posible la seguridad para evitar posibles riesgos. Aquí te vamos a contar las recomendaciones que sigo antes de instalar cualquier extensión, y por ahora, no me ha ido mal. Con las medidas que hemos podido recopilar, podrás proteger tu información personal y cuentas bancarias de estas posibles amenazas.

Cómo verificar la seguridad de mis extensiones

Verifica la fuente de procedencia de la extensión. Saber si el desarrollador de dicha extensión es confiable es un punto de sumo interés. Desde la tienda de extensiones de Chrome puedes revisar la información referente a su creador y, si es el caso, ver el resto de aplicaciones/extensiones desarrolladas por él mismo. También encontraremos si posee una página web oficial. En todo caso, desarrolladores contrastados como Google, Adobe o YouTube suelen reportarnos una seguridad mayor.

Lee opiniones sobre la extensión. Las reseñas de usuarios, que podemos encontrar a lo largo y ancho de la web, también son un indicador de suma importancia. Leer sus reseñas positivas, pero sobre todo sus negativas, puede mostrarnos sus fortalezas o sus posibles riesgos. Si encuentras quejas repetidas sobre una misma característica, rara vez suelen ser mentira. Si este tipo de quejas se enfoca en comportamientos raros o cambios en el navegador, será mejor evitar esa extensión.

Opiniones extensionConsulta el número de descargas. A mayor número de descargas, más probabilidades de que sea una extensión segura. Esto se explica porque una base mayor de usuarios puede auditar en profundidad un programa. Que tenga pocas descargas no significa intrínsecamente que sea nociva, pero puede ser un factor para que estés atento.

Lee la descripción de la extensión. Revisa con atención la descripción de la extensión según sus creadores para entender su funcionamiento. Además, también es conveniente echar un ojo a las actualizaciones recientes por si acaso han trastocado algo en la política de privacidad.

Comprueba el código fuente. Si posees los conocimientos técnicos adecuados, siempre podrás utilizar herramientas como CRX Viewer para detectar comportamientos extraños o scripts potencialmente maliciosos. Además, siempre que esté disponible, revisa plataformas como GitHub, donde se puede hallar el repositorio de multitud de extensiones.

Analiza los permisos que requiere. Antes de instalar la extensión, revisa los permisos que te puede llegar a solicitar. Si una herramienta como un diseñador gráfico te solicita acceso a tus datos personales o a tu historial de navegación, puede ser un poco incongruente con sus funciones. Encárgate de instalar extensiones que requiera permisos acordes a sus funciones.

Busca alternativas sólidas. Siempre que una extensión te haga dudar, puedes buscar alternativas que tengan una mayor base de usuarios o calificaciones más positivas.

Aparte de dichas recomendaciones específicas, siempre podrás complementar tu seguridad manteniendo tu navegador actualizado, haciendo uso de un antivirus (como el propio Windows Defender) o eliminando extensiones de las que ya no hagas uso.

Evitar problemas a través de extensiones es un proceso muy controlable, y espero haberos ayudado a mantener a salvo vuestros datos personales.

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