Wardruna, la banda noruega que ha redefinido la música folk nórdica, regresa con su sexto álbum de estudio, Birna. Este álbum, cuyo título se traduce como «osa» en antiguo nórdico, es una obra maestra que explora la relación entre el ser humano y la naturaleza a través de la figura mítica del oso.
Desde sus inicios con la trilogía Runaljod (2009-2016), Wardruna ha sido conocida por su capacidad para transportar a los oyentes a tiempos antiguos, utilizando instrumentos tradicionales y una atmósfera profundamente evocadora. Con Birna, la banda continúa esta tradición, pero con una madurez y una profundidad que reflejan su evolución a lo largo de los años.
El álbum abre con «Hertan», una pieza que establece el tono del viaje que está por venir. La voz mística de Einar Selvik resuena a través de un paisaje sonoro de cuerdas y percusión medida, creando una atmósfera que es tanto primitiva como íntima. Esta combinación de lo antiguo y lo moderno es una de las marcas distintivas de Wardruna, y en Birna, se lleva a nuevas alturas. La música de Wardruna siempre ha sido una alquimia de texturas antiguas y modernas, y en este álbum, los sonidos de la naturaleza, como el crujido del hielo y el viento distante, se mezclan perfectamente con la resonancia terrenal del taglharpa y el bukkehorn.
Birna no es solo un álbum sobre osos; es una meditación sobre la vida, la muerte y la conexión humana con el mundo natural. Las canciones como «Jord til Ljos» y «Dvaledraumar» no son simplemente canciones, sino experiencias inmersivas que te llevan a un espacio liminal donde el tiempo se estira y se dobla. La voz espectral de Lindy-Fay Hella en la pista titular, «Birna», crea un diálogo inquietante entre el hombre y el oso, hablando de pérdida, desafío y transformación. Este enfoque en la mitología y la filosofía animista es una continuación del tema explorado en el álbum anterior de Wardruna, Kvitravn (2021), pero en Birna, se siente más refinado y enfocado.
El álbum también destaca por sus colaboraciones. Las grabaciones de campo etéreas de Jonna Jinton en «Dvaledraumar» añaden una calidad aérea y de otro mundo, mientras que la flauta de corteza de sauce de Hans Fredrik Jacobsen aporta una belleza frágil a «Tre Tale». Estas contribuciones no se sienten como decoraciones, sino que están tejidas en la estructura del álbum, añadiendo color y contraste a su ya rico e intrincado sonido.
Musicalmente, Birna es una obra de arte que equilibra composiciones grandiosas con pasajes delicados y atmosféricos. La percusión ritualística y los ritmos primitivos se combinan con melodías vocales dramáticas, creando una atmósfera que es tanto poderosa como emotiva. La canción «Himinndotter» es un ejemplo perfecto de esta dinámica cambiante, con sus ritmos de tambor primitivos y melodías vocales resonantes. Wardruna siempre ha sido capaz de equilibrar composiciones grandiosas con pasajes delicados y atmosféricos, y en Birna, esta habilidad se muestra en todo su esplendor.