En pleno 2025, el mercado de los sistemas operativos para nuestros dispositivos se ha diversificado en la búsqueda de un público objetivo cada vez mayor. Microsoft, Linux y Google juegan sus bazas con sus virtudes y defectos, que vamos a analizar en el siguiente artículo. De esta manera, podrás sopesar qué sistema operativo elegir según tus propias preferencias
Windows, Linux y Chrome OS emplean distintas armas en un mismo mercado, pero si hacemos un análisis de cada uno de ellos, podemos encontrar diferencias que les aporta a cada uno funcionalidades y estilo propio. La universalidad de Windows, la personalización de Linux y la accesibilidad de Chrome son decisiones medidas al milímetro por sus empresas matrices para atraer a clientes potenciales. Vamos a verlo.
Windows: la opción de mayor compatibilidad
Y es que, ¿quién no conoce el sistema operativo propiedad de Bill Gates? La inmensa mayoría de hardware, software y aplicaciones están desarrolladas para ser compatibles con el entorno más utilizado alrededor del globo, tanto a nivel empresarial como particular. En su haber, podemos encontrar un equilibrio entre la accesibilidad de su interfaz y sus funciones avanzadas, si ello es lo que requerimos. La tendencia de las últimas versiones del sistema operativo, cuyo estandarte hoy en día lo encontramos en Windows 11, avanza hacia un diseño efectivo e intuitivo.
Pero no es oro todo lo que reluce. Alta compatibilidad también se puede traducir como mayor vulnerabilidad si lo que nos encontramos por el camino es cualquier tipo de malware. Las actualizaciones son obligatorias para evitar cualquier susto que dé al traste con nuestra seguridad. Por último, hay que recordar que no todos los equipos son capaces de soportar los requisitos que el SO solicita en cuanto a hardware, especialmente en sus versiones más recientes.
Linux para un público de nivel avanzado
Este sistema operativo tiene un factor contra el que sus rivales no pueden competir: su gratuidad. Esto hace que sea el más accesible en cuanto a presupuesto. Además, también es reconocido por la seguridad que aporta a los usuarios. Ambas circunstancias son el carro de batalla de sus defensores, pero no podemos olvidar una última cosa, que no es menos importante: El sistema operativo del pingüino es de código abierto, lo que significa que puede ser cincelado y auditado por expertos sin necesidad de aprobación o licencias extras.
Pero al igual que en el caso de sus competidores, no todo el monte es orégano. En cuanto al nivel requerido para una accesibilidad adecuada, es el más elevado de los tres. De hecho, es el favorito de los desarrolladores por las funciones con total libertad que ofrece, y a veces, un usuario estándar también necesita una pequeña guía para no perderse entre números y códigos. Otra de las desventajas que hallamos en este candidato es la carencia de compatibilidad con ciertas aplicaciones comerciales, como Adobe Creative Cloud o el paquete Office de Microsoft.
Chrome OS: una opción interesante y más casual
El sistema operativo de Google tiene claras sus funcionalidades: sencillez y rapidez. Se deshacen lo máximo posible de cuestiones complejas para brindar al usuario de un servicio atractivo y muy accesible. Está orientado a la navegación web a través de servicios de Google como Chrome, y esta optimización hacia el camino de la sencillez permite que la experiencia sea fluida y rápida, por lo que los equipos menos vanguardistas también podrán ejecutarlo sin mayor dificultad.
Hay un pequeño problema que en ciertas circunstancias podrían echar para atrás a ciertos usuarios: su dependencia de conectividad a internet para el funcionamiento correcto. El sistema de Google está orientado hacia un uso intensivo de los servicios en la nube: Google Docs, Gmail, Google Drive… aun así, hay que decir que desde la compañía californiana han hecho un gran trabajo para ampliar su catálogo de opciones offline. Además, al ser el sistema más joven de entre los tres, su catálogo de aplicaciones no ha tenido el mismo tiempo que Windows o Linux para brillar en consonancia.
¿Cuáles son tus necesidades? En base a esa pregunta, podrías empezar a plantearte el uso de uno de los tres. Y si bien es Windows el que históricamente ha colmado el mercado con rotundidad, no es menos cierto que sus dos competidores son igual de funcionales y sólidos a la hora de rendir.
