Desde hace meses, muchos usuarios llevaban tiempo esperando la actualización 24H2 de Windows 11. A pesar de los problemas que ha dado en multitud de equipos en todo el mundo, su adopción poco a poco va creciendo en términos generales.
Debido a estos fallos de los que os venimos hablando a lo largo de las últimas semanas, muchos usuarios han tomado la determinación de mantener la anterior versión, la 23H2, al menos durante un tiempo. Cierto es que la nueva actualización nos proporciona algunas interesantes novedades y mejoras, tal y como suele ser habitual en estos casos. A continuación nos disponemos a hacer un repaso a un análisis que se ha llevado a cabo referente al rendimiento de ambas actualizaciones de Windows 11.
De esta manera podremos ver, de un modo comparativo, cómo se comportan ambas versiones del sistema operativo, tanto en tareas relacionadas con el trabajo como con el ocio. Esto nos será de enorme ayuda a la hora de valorar si nos interesa actualizar e instalar la 24H2 en nuestros equipos, o esperar unas semanas.
Comportamiento de la CPU en ambas versiones de Windows 11
Para empezar y en lo que se refiere al rendimiento con gráficos 3D del procesador, os diremos que la versión antigua del sistema operativo ha obtenido mejores valores. Eso sí, la diferencia entre ambas versiones en este sentido no es demasiado significativa. En concreto, miden el rendimiento del procesador en pruebas de juegos usando Fire Strike Ultra y Time Spy Extreme en el benchmark 3DMark. Decir que el primero de los títulos se basa en DirectX 11, mientras que el segundo se centra en DirectX 12.
Lo curioso aquí es que la 24H2 responde algo peor en Fire Strike. Probablemente, esto se debe a la naturaleza monohilo de DX 11, algo para lo que la actualización más reciente de Windows 11 no está tan optimizada.
Y no solo eso, ya que en otras pruebas midiendo el rendimiento del procesador en un escalado multihilo, la versión 23H2 continúa estando por encima de la nueva versión.
Pruebas gráficas comparativas entre la 23H2 y la 24H2
Como no podía ser de otro modo, también se ha realizado una comparativa en entornos más gráficos midiendo el comportamiento de la GPU. Para ello se utilizó el benchmark de 3DMark usando las pruebas Speed Way y Steel Nomad. Ambas se ejecutan utilizando las librerías DX 12. Pues bien, cabe mencionar que en este caso los resultados obtenidos por ambas versiones de Windows 11 fueron bastante similares.
Otras pruebas gráficas en las que la versión anterior de Windows 11 ofrece un mayor rendimiento que la más actual, por ejemplo, es en Far Cry 6.
Básicamente, esto quiere decir que en el caso de que nos decantemos por continuar trabajando con la versión 23H2 el sistema operativo de Microsoft, no vamos a notar un rendimiento inferior. Más bien todo lo contrario. Aunque las diferencias son mínimas, tanto a la hora de trabajar como de jugar con la actualización 24H2 de Windows 11, no vamos a obtener mejores resultados.
Y si a eso le sumamos los fallos y errores detectados desde su lanzamiento, quizá no esté de más que esperemos unos días, o incluso a semanas, antes de instalar esta versión tan esperada por muchos desde hace tiempo.