Desde su lanzamiento, uno de los principales objetivos que se propuso el gigante del software fue que la mayoría de los usuarios migrasen a Windows 11. Sin embargo, hay que admitir que los planes no le han ido todo lo bien que le gustaría a la empresa.
Tanto es así que en estos instantes nos encontramos a unos meses del final de la vida útil de Windows 10, y esta versión antigua del sistema operativo sigue siendo el líder indiscutible del sector. Y es que en estos momentos Windows 11 sigue a la zaga de la versión anterior del sistema operativo, que finaliza su vida útil en el próximo mes de octubre.
No solo eso, ya que en estos instantes Microsoft se encuentra ante otro serio problema relacionado con este mismo tema. Os contamos todo esto porque acabamos de entrar en el año 2025, y se da la circunstancia de que Windows 11 sigue perdiendo usuarios, mientras que Windows 10 los suma. Esta es una situación un tanto peculiar que seguramente el gigante del software no esperaba, pero que se está dando. Este es un dato que de hecho ha quedado claro tras el último estudio realizado correspondiente al pasado mes de diciembre referente a la penetración de mercado de las diferentes versiones de Windows.
En concreto, nos referimos a los datos que nos proporciona la consultora StatCounter en su más reciente estudio. Aquí hemos podido comprobar que, tal y como ha sucedido en los últimos meses, Windows 11 ha vuelto a registrar una ligera bajada en cuanto a usuarios, y lo contrario ha sucedido con la versión antigua del sistema operativo.
Windows 10 llega a su fin, pero sigue siendo el más usado
Cierto es que hablamos de un porcentaje bastante bajo, pero no deja de ser llamativo, más si tenemos en cuenta el momento en el que nos encontramos. Como os contamos antes, estamos a pocos meses del fin de Windows 10. Para que os hagáis una idea más aproximada, en el pasado mes de octubre de 2024, la versión más reciente de Windows tenía una penetración de mercado del 35,58%. En el mes de diciembre que acabamos de dejar atrás, Windows 11 lo usa un 34,12% de las personas.
Por el contrario, la versión del sistema, que está cerca de su fin, en ese mismo periodo de tiempo ha pasado de un 60,95% a un 62,7% de uso. De ahí que podemos afirmar en estos instantes que Microsoft tiene un serio problema con la aceptación del sistema operativo por el que más está apostando. Todo hace pensar que cuando llegue el mes de octubre de este nuevo año que acabamos de estrenar, la situación cambie de manera ostensible.
Buena parte de los usuarios que de momento se niegan a migrar, no tendrán otro remedio. Trabajar con un sistema operativo que ya no recibe actualizaciones de seguridad, y, por tanto, vulnerable, desde luego no es lo más recomendable en los tiempos que corren. Pero la empresa tendrá que seguir trabajando duro para intentar convencer a la mayor cantidad de usuarios como sea posible para que actualicen antes de esa fecha.
