El anuncio de la proyección de la película desató una serie de protestas, debido a la escena donde recibe sexo anal la cual fue filmada sin el consentimiento ni el conocimiento previo de la actriz María Schneider, quien era menor de edad durante el rodaje. La actriz denunció una doble violación por parte del actor y el director quienes decidieron filmar la escena sin darle aviso.
El Último Tango en París se estrenó en Italia a finales de 1972, fue denunciada por obscenidad, se abrió un proceso judicial la cinta fue confiscada y se pidieron que se destruyeran las copias. Bertolucci logró que, al menos una copia fuera resguardada en la filmoteca italiana. Bernardo Bertolucci, Marlon Brando y su productor Bernardo Grimaldo fueron condenados a dos meses de prisión con libertad condicional por el delito de obscenidad. Pasaron 15 años después de ese juicio para que la censura permitiera su exhibición en cines.
“Me sentí fatal con Maria porque no le dije lo que sucedería, porque yo quería su reacción como una chica, no como una actriz. Yo quería que reaccionara, que se sintiera humillada. No le dije nada de que íbamos a usar la mantequilla como lubricante. Todavía me siento muy culpable. No me arrepiento, pero me siento culpable. Para hacer cine y obtener algo uno tiene que ser libre. No quería que María actuará su humillación y su rabia; quería que María sufriera la rabia y la humillación. Y ella me odió para toda la vida”. Bernardo Bertolucci
El fin de semana pasado las fuertes protestas lograron que La Cinémathèque française anunciara la cancelación de una proyección considerada fuera de contexto. La programación de esta película fue considerada como el símbolo de la cultura de la violación.
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