En estos momentos nos encontramos a las puertas del final de la vida útil del querido, para muchos usuarios, sistema Windows 10. En menos de un año dejará de recibir actualizaciones oficiales de forma gratuita, por lo que muchos se verán en la obligación de migrar a Windows 11.
Todo ello a pesar de que millones de usuarios por el momento se muestran reacios a instalar la versión más reciente del software de Microsoft. Windows 11 por el momento no tiene la aceptación esperada en un principio, y muchos prefieren seguir utilizando una versión antigua del sistema operativo. Al mismo tiempo, desde hace varios meses, se viene especulando con que el gigante del software trabaja en una nueva versión de Windows que supondrá un importante avance en un futuro próximo.
Aunque de momento no se le ha dado ningún nombre oficial, de un tiempo a esta parte se viene hablando de Windows 12. Probablemente, ese no será su nombre definitivo, pero de momento nos sirve para hacernos una idea de a lo que nos referimos. La propia empresa es plenamente consciente del poco éxito que está teniendo la última versión de su sistema, por lo que debería hacer importantes cambios en la versión del futuro.
Precisamente por todo esto, a continuación os vamos a mencionar algunos apartados que Microsoft debería tener en consideración a la hora de desarrollar Windows 12. La empresa ya tiene la suficiente experiencia con las últimas versiones del sistema para solventar las principales quejas lanzadas por millones de usuarios en todo el mundo. Viendo la poca aceptación que de momento tiene Windows 11, la empresa debería aprender la lección en este proyecto de futuro.
Cambios que debería hacer Microsoft en Windows 12
Hablamos de un sistema operativo donde tanto el diseño externo como la funcionalidad interna van a tener una importancia enorme. Al mismo tiempo, debería estar preparado para aprovechar las últimas tecnologías y poder actualizarse con nuevos lanzamientos y apariciones tecnológicas a lo largo de los años.
Una inteligencia artificial realmente útil. A pesar de que la IA poco a poco va formando parte importante en nuestras vidas, todavía tiene mucho que mejorar y crecer. Windows 12 debería ofrecernos funciones inteligentes que en realidad fuesen de utilidad en el día a día con el sistema operativo y nos beneficiasen en su experiencia de uso.
Diferentes versiones para varias configuraciones. También debería intentar adaptarse un poco más a los equipos de los usuarios. No todo el mundo puede permitirse ordenadores de última generación, por lo que debería haber algunas versiones de Windows 12 con requerimientos hardware más bajos, aunque estuviesen más limitados a nivel funcional.
Elegir el software preinstalado. Millones de usuarios en todo el mundo están en contra del bloatware que desde hace años nos acompaña en las últimas versiones de Windows. Deberían ser los propios usuarios los que pudiesen elegir las aplicaciones preinstaladas que se encontrasen de forma predeterminada en las instalaciones limpias de Windows 12.
Mayor adaptabilidad. Además, las funciones de personalización deberían extenderse en gran medida para que los usuarios pudiesen añadir o eliminar características tanto funcionales como de interfaz. Todo dependería de sus necesidades o preferencias y así disponer de un Windows 12 personalizable al máximo.