Todos los años vemos noticias sobre investigaciones que consiguen baterías muy pequeñas con capacidades sorprendentes, algo que no solo vendría genial en el mundo de los vehículos eléctricos, sino también en pequeños dispositivos como los iPhone, Mac, etc.
Sin embargo, por muchas noticias que veamos, en la práctica no ocurre nada, y si bien hay una mejora año a año, no viene por el tipo de material en sí, sino debido a que cada vez son más grandes y usan componentes más eficientes, pero su batería sigue siendo de litio y de capacidades similares.
¿Tendremos baterías infinitas en 2025?
A día de hoy ya existen baterías que podrían durar 50 años, consiguiendo que los teléfonos fuesen de usar y tirar, por decirlo de alguna manera, pues nunca se quedarían sin batería. Sin embargo, ¿por qué no se está aplicando? Pues bien, son varios los motivos que impiden que a día de hoy su uso sea real, y vamos a verlos:
- Costo elevado: Las nuevas tecnologías son caras de producir a gran escala, sobre todo hasta que son aceptadas por la gente.
- Infraestructura limitada: Las fábricas están optimizadas para baterías de litio, cambiar implica grandes inversiones sin garantías.
- Seguridad: Requieren pruebas extensivas para evitar riesgos como incendios o radiación (en ciertos tipos de materiales).
- Intereses económicos: Grandes industrias prefieren avances graduales para proteger sus negocios, tanto a nivel de baterías como de nuevos dispositivos.
- Materiales raros: Algunas tecnologías dependen de recursos escasos o difíciles de extraer, por lo que, fabricar algo a gran escala sería misión imposible.
- Demanda baja: Los consumidores no siempre están dispuestos a pagar más por estas baterías, aunque una vez probadas les encanten, todo debe ir poco a poco.
- Impacto ambiental: La fabricación puede generar altos costos ecológicos y la necesidad de permisos especiales para ello, lo que últimamente parece complicado.
En resumen, sí, puede que sea posible implementar una batería de uranio en un iPhone, sin embargo, en primer lugar habría que garantizar la seguridad del dispositivo, con miles de pruebas donde no haya problemas de incendios, explosiones o radiación, para posteriormente poder producirlas a gran escala, todo esto sin saber cómo reaccionaria la gente y el precio final de las mismas hasta que sea algo común y muy consumido, es decir, no lo veremos en 2025, y posiblemente tardemos años en lograrlo, eso si finalmente se consigue, ya que, como hemos visto, también puede generar problemas al medio ambiente, y con todos los pasos que están dando los gobiernos en este aspecto, puede que, aunque sea viable, nunca sea aprobado debido a este motivo.
Y tú, ¿eres de los que prefiere las baterías actuales pese a que haya que recargarlas, o no te importaría soportar el riesgo de una batería de uranio, la cual no debería provocar daños, solo por el hecho de que hay que cuidar el medio ambiente? Déjanos un comentario con tu opinión y qué crees que ocurrirá en los próximos años. La verdad es que, por mi parte, creo que vamos a ver un cambio importante, sobre todo debido a los coches eléctricos.
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