La Ciudad de México fue testigo el pasado sábado 30 de noviembre de una velada inolvidable. En el Foro 28 la banda finlandesa de death metal melódico Insomnium demostró por qué es uno de los pilares contemporáneos del género.
A pesar de los tropiezos iniciales del evento, la noche alcanzó una intensidad única.
Las puertas del Foro 28 se abrieron con retraso, y las fallas técnicas marcaron la participación de las bandas mexicanas Sabacthani y Vicarivs.
Ambas bandas, con su propuesta cargada de crudeza y emoción, tuvieron que lidiar con una noche de pesadilla para el ingeniero de sonido. Si bien, las dos bandas, con sus respectivos estilos, lograron elevar la energía del público, aunque su set se vio lamentablemente reducido por las fallas técnicas.
Sin embargo, el público estaba listo para lo que venía, y la espera fue recompensada con creces.
El comienzo de la magia: Insomnium en el escenario
A las 10:30 de la noche, las luces del Foro 28 se apagaron, y una atmósfera expectante se apoderó del lugar. Los primeros acordes de «1696», el tema que da título a su más reciente álbum, comenzaron a resonar. Uno a uno, los integrantes de Insomnium hicieron su entrada al escenario: Niilo Sevänen, con su imponente presencia como vocalista y bajista; Ville Friman y Markus Vanhala, tejiendo paisajes sonoros con sus guitarras, y Markus Hirvonen, marcando el pulso con su batería precisa y potente.
Desde el primer momento, quedó claro que estábamos ante un espectáculo cuidadosamente preparado.
El carisma de Sevänen brilló entre canción y canción, interactuando con el público en un español básico pero encantador. Sus peticiones de «¡grito, grito, grito!» desataron ovaciones ensordecedoras. «Estamos muy felices de estar aquí», confesó el vocalista, mientras la conexión entre banda y audiencia crecía con cada nota.
El setlist de la noche fue una mezcla magistral de lo nuevo y lo clásico. Tras el potente inicio con «1696», la banda desató la tormenta con «Valediction», seguida de la sombría pero cautivadora «White Christ», donde las capas de guitarras y guturales envolvieron a los presentes en una atmósfera casi sobrenatural.
Los momentos más emotivos llegaron con temas como «Lilian», que arrancó coros apasionados de la audiencia, y «And Bells They Toll», cuya melodía resonó como un eco melancólico en las paredes del recinto. Entre canciones, Niilo y Ville no dejaron de bromear, demostrando una química inigualable que añadió un toque humano al espectáculo.
La intensidad alcanzó su punto máximo con la interpretación de «Mortal Share», que desató el caos en el centro de la pista mientras los asistentes coreaban cada palabra. Con «Song of the Dusk», el Foro 28 se sumió en un trance colectivo, donde la belleza melódica y la agresividad del death metal se entrelazaron perfectamente.
El encore fue el broche de oro de la noche. Cuando la banda regresó para interpretar «While We Sleep», el público perdió la cabeza. Las guitarras de Vanhala y Friman parecían llorar y gritar al mismo tiempo, llevando a todos a un clímax emocional que solo una banda de la talla de Insomnium puede lograr. Finalmente, cerraron con «Heart Like a Grave», dejando una sensación de catarsis y plenitud en cada uno de los presentes.
La noche del 30 de noviembre fue un viaje a través de la oscuridad y la luz, una celebración de la melancolía y la belleza inherente al death metal melódico. Insomnium demostró que, incluso en los momentos más sombríos, hay destellos de esperanza y arte puro.
El público del Foro 28 despidió a la banda con ovaciones interminables, sabiendo que habían sido testigos de algo único. La banda también se presentó en Guadalajara, Monterrey, para después viajar a Sudamérica. Insomnium dejó en México un recuerdo magistral y un estándar elevado para futuros conciertos de metal melódico.