Pese a que la mayoría de dispositivos de Apple son resistentes al agua, incluso los estuches de los AirPods, los Mac todavía no lo son, debido a razones obvias, por lo que una gota de cualquier líquido conductor podría quemar algún componente del equipo y dejarlo inservible.
Y es que esto no solo ocurre cuando se nos cae el café en el teclado, sino que también puede deberse al frío, pues si exponemos al ordenador a temperaturas muy bajas, podría generar una condensación que, una vez vuelva a una temperatura más normal, cree agua en el interior de los circuitos.
Temperatura mínima recomendada en un Mac
Si nos vamos a la web de Apple, podemos ver la temperatura a la que recomienda la empresa que usemos estos dispositivos, no haciéndose cargo si nos saltamos esta norma, pese a que esté en garantía, pues no cubre daños por líquidos.
Usa tu Mac en un lugar donde la temperatura ambiente oscile entre 10 °C y 35 °C. Esto no quiere decir que no sea posible utilizarlo a 5 grados, o incluso a 40, sin embargo, está claro que de hacerlo, no podrá ser a pleno Sol, o en la nieve, sino en un lugar resguardado. No ocurrirá nada si tenemos un Mac a 5 grados dentro de una cabaña en la montaña, por ejemplo, pero no sería bueno usarlo si lo sacamos al exterior, ya que incluso podría correr un grave riesgo en suspensión, ni siquiera haría falta usarlo.
Por tanto, si planeas un viaje este invierno, recuerda que tu Mac, aunque no sea un ser vivo, sufre los cambios de temperatura al igual que tú. Intenta llevarlo en una maleta, mochila o lugar protegido hasta que puedas utilizarlo con seguridad, y no se te ocurra ponerte a jugar con él a 0 grados, pues ya te avisamos que es probable que no vuelva a funcionar una vez que la condensación haga de las suyas. Y en caso de que no le ocurra nada, o al menos visiblemente, habrás degradado su batería, la cual no está preparada tampoco para estos casos.
¿Es peor el frío o el calor?
El calor es más perjudicial para tu Mac que el frío. Las altas temperaturas (por encima de 35°C) pueden causar que el dispositivo se sobrecaliente, lo que reduce su rendimiento y acelera el desgaste de la batería. Cuando el Mac se calienta demasiado, reduce automáticamente su velocidad para evitar daños, lo que puede hacer que las aplicaciones se ralenticen. Además, el calor prolongado puede afectar los componentes internos, como la placa base, y no solo la batería.
El frío no es tan dañino, pero tampoco ideal. Las temperaturas bajas (por debajo de 10°C) pueden hacer que la batería pierda capacidad temporalmente y que el Mac funcione de manera más lenta. Sin embargo, el frío no causa daños inmediatos y, una vez que el dispositivo se calienta, vuelve a funcionar normalmente.
En resumen, no tendrás que preocuparte por el frío, y solo en situaciones extremas donde pueda generarse una condensación, habrá peligro. Mientras lo uses por encima de 10 grados, todo irá bien, y es que yo no me veo utilizando un Mac con menos temperatura, se me congelarían las manos al hacerlo.
La entrada El frío podría estropear tu Mac: cuidado con la condensación este invierno se publicó primero en La Manzana Mordida.