El reciente escándalo que ha sacudido a la banda de metal Sadus, con las impactantes acusaciones de abuso físico por parte de su baterista Jon Allen hacia su pareja Brandy Mae Collins, ha tenido ramificaciones significativas en el mundo de la música. Las imágenes perturbadoras capturadas en video, supuestamente mostrando actos violentos de Allen, han generado una respuesta abrumadora tanto dentro de la comunidad metalera como en la esfera pública en general.
La evolución del caso ha sido rápida, con actualizaciones recientes que revelan la separación oficial de Jon Allen de Sadus. Esta decisión fue comunicada a través de una declaración adicional, que proporciona más contextos e información detallada sobre el incidente. Además, colaboradores cercanos a Collins han desempeñado un papel crucial al compartir los videos y exponer públicamente estas acusaciones de abuso repetido por parte de Allen.
Un aspecto intrigante que surge de esta situación es la intervención de Devin Reiche, amigo de Collins y miembro de la banda Anubis, quien desempeñó un papel fundamental al dar a conocer estas acusaciones. Esta asociación entre bandas y conexiones personales añade una capa adicional de complejidad a la narrativa, lo que subraya la interconexión y la influencia de las relaciones dentro de la industria musical.
Otro giro impactante en la historia es la revelación de que Brandy Mae Collins se encontraba en una situación de vulnerabilidad extrema, incluyendo la necesidad de un trasplante de riñón. El hecho de que Collins estuviera siendo tratada en la unidad de cuidados intensivos (UCI) debido a presuntos casos de abuso, mientras que Allen estaba en gira europea con Sadus apoyando a Obituary, arroja luz sobre el desequilibrio de poder y las prioridades cuestionables que subyacen en este trágico evento.