El pasado sábado 30 de noviembre, México fue testigo de una jornada sin precedentes en la escena del metal, con cinco eventos de gran envergadura llevándose a cabo simultáneamente. Desde el Festival Sangre y Fuego en la Ciudad de México, con bandas españolas, hasta el Machaca Fest en Monterrey, encabezado por Marilyn Manson y Limp Bizkit, y el Tattoo Music Fest en Guadalajara, con Carcass como acto principal. Además, Thy Art Is Murder e Insomnium también se presentaron en la capital. Esta efervescencia nos lleva a cuestionarnos: ¿El metal está más vivo que nunca o estamos ante una sobreoferta de eventos?
La respuesta no es sencilla. No hay un blanco o negro, sino una gama de claroscuros. Sin duda, el metal en México vive un gran momento. Nuestro país se ha convertido en una escala obligatoria para casi cualquier banda, ya sea grande, mediana o pequeña. Basta con revisar las estadísticas de Spotify, donde la Ciudad de México aparece consistentemente entre las diez ciudades que más escuchan música de metal. El mercado mexicano es vasto y apasionado, y a pesar de las constantes rivalidades entre promotoras, el público disfruta de una oferta internacional que se suma a la nacional. El metal mexicano también atraviesa por un gran momento, con un sinfín de bandas que no tienen nada que envidiar a las extranjeras.
Sin embargo, el riesgo de estar viviendo en una burbuja de oferta es latente. Este año, México ha recibido a tres de las bandas más grandes del metal: Metallica, Iron Maiden y Megadeth. Además, hemos sido testigos de múltiples festivales como The Metal Fest, Candelabrum Metal Fest, MxMF VIII, el desafortunado México Metal Fest en Monterrey, Nu Metal Revolution, We Missed Ourselves, Doom City Fest, Off Limits, Tlahuicole Destructor y el recién realizado Sangre y Fuego. También hemos visto a bandas como Rotting Christ, Ángeles del Infierno, Mago de Oz, Death to All, Riverside, Vola, Russian Circles, Orphaned Land, Hammerfall, Within Temptation, Rhapsody of Fire, Accept, Conception, Havok, Midnight, Discharge, Evergrey, The Obsessed, Sinister, Yoth Iria, Clutch, Napalm Death, Lucifer, Carcass, Amon Amarth, Kerry King, Slipknot, Babymetal, Nocturnal Depression y British Lion, entre otras. Y aún faltan por presentarse Dream Theater, King Diamond, Bring Me The Horizon, Venom, Épica y Blasphemy.
La oferta para el próximo año promete ser igual de intensa, con el probable regreso del Hell and Heaven y el ya anunciado México Black Metal Chaos. Además, ya se han confirmado presentaciones de Linkin Park, Ghost, Tool, Powerwolf, entre otros, y el inminente regreso de bandas como AC/DC, Korn y Deftones. Definitivamente, no hay cartera que aguante toda esta oferta, especialmente considerando que la economía mexicana atraviesa por un momento difícil, sin haber recuperado el ritmo de crecimiento previo a la pandemia, y con la amenaza de un Donald Trump en la puerta, complicando el desempeño del país y los bolsillos de las familias.