El impacto que ha tenido Bring Me The Horizon en diversas áreas es innegable, no podemos encasillarlos en un sólo género porque han sabido expandir sus horizontes sin temor a nuevos sonidos. Así mismo, han sabido definir su estética, desde la ropa que usan hasta su escenografía y el arte de sus diferentes discos. Pero todo este impacto no ha sido de la noche a la mañana, los británicos han sabido evolucionar poco a poco y aunque a algunos no les guste dicha evolución, es esta misma la que los ha llevado a consolidarse como una de las bandas más importantes de los últimos 20 años.
Desde hace un tiempo, cada disco que lanzan ha sido algo cambiante respecto al anterior, lo cual se ha reflejado en una exploración de sonidos no tan diferentes a lo que se espera en el género pero no son sonidos que sea tan comunes escuchar, comenzaron como una banda de metalcore y ahora han logrado adjuntar otros sonidos a su catálogo, como rap, EDM, electrocore, pop y demás.
El inicio de un cambio radical
El cambio en su sonido, para muchos, empezó con el lanzamiento del disco There Is A Hell Believe Me I’ve Seen It. There Is A Heaven, Let’s Keep It A Secret, en el cual se pueden escuchar letras más elaboradas y maduras, un sonido más melódico y también unos cuantos sintetizadores. Generando una ambientación un poco más profunda, oscura y electrónica. Aquí empezó la división de sus seguidores, ya que muchos consideraron que dejarían de lado las letras de odio, desamor y lo más importante para la mayoría, los breakdowns acompañados de unos buenos gritos.
Pero si ese disco no les gustó, definitivamente todavía no estaban listos para los cambios que seguían. El siguiente trabajo en su carrera fue Sempiternal, el cual contaba con una estructura y narrativa que muchos consideran superior al disco anterior ¿Y a qué se debe esto? Muchos consideran que la llegada de Jordan Fish en los teclados influyó demasiado en esta base más consolidada en su sonido, tanto así que algunos fans puristas consideran este disco como el mejor de su discografía.
Jordan Fish y Oliver Sykes: La dupla creativa
Y por fin, dos años después del éxito comercial y crítico que fue Sempiternal, llegaría el disco que redefinió y marcó un antes y un después en la carrera de la banda. Un 11 de septiembre de 2015, llega That’s The Spirit. Esta obra maestra cumple nueve años y su impacto sigue siendo enorme al día de hoy.
Como mencionamos anteriormente, gran parte del éxito del disco anterior fue la llegada de Jordan Fish a la banda, y es que desde antes, Jordan manejaba un estilo bastante melódico, de hecho, si buscan su trabajo con la banda Worship, podrán notar que básicamente la banda se adaptó a la dirección creativa que el tecladista buscaba.
Y si esto no fuera suficiente, Jordan Fish y Oliver Sykes decidieron ser los productores del disco That’s the Spirit, con lo que optaron por un sonido más “pop” o más comercial, ambos consideraron que para este disco no era necesaria la presencia de un productor externo. Aunque muchos consideran a “Drown” como el primer single, la verdad es que este no estaba planeado para salir en el disco, el primer single oficial fue “Throne”, dos canciones que al día de hoy son de las favoritas de la audiencia y están presentes en casi todas sus presentaciones en vivo.
Aquí fue el momento donde nació la dupla Fish-Sykes, misma que fue tan exitosa que los llevó a separarse debido a que Sykes sintió que dejaron de lado a la banda al momento de crear música. Pero de eso hablamos un poco más en nuestra reseña de su último disco, Nex Gen, la cual puedes leer por acá.
Y es que Fish no sólo proporcionaba buenas ideas al momento de escribir las rolas, también ayudó a sentirse seguros a otros integrantes como el guitarrista Lee Malia, quien dijo que era más sencillo crear riffs al tenerlo cerca en el estudio e inclusive ayudó al mismo Oliver Sykes a mejorar su técnica vocal.
La producción de una temática dolorosa
Aunque este disco tiene ritmos muy pop y un sonido que hizo decir a muchos que la banda “se vendió”, la temática general es muy depresiva y dolorosa, tanto así que el mismo Oli lo ha descrito como una “celebración a la depresión” y no el aspecto romantizado que muchos tienen, para aclarar más esto fue lo que dijo esto en la promoción del disco en sus redes sociales:
“La sombra describe la parte de la psique que un individuo preferiría no reconocer. Contiene las partes negadas del yo. Dado que el yo contiene estos aspectos, emergen de una forma u otra. El mayor poder proviene de haber aceptado tus partes de sombra y de haberlas integrado como componentes de tu ser. Todo el mundo lleva consigo una sombra, y cuanto menos encarnada está en la vida consciente del individuo, más negra y densa es. En cualquier caso, constituye un obstáculo inconsciente que frustra nuestras intenciones más bien intencionadas.
Uno no se ilumina imaginando figuras de luz, sino haciendo consciente a la oscuridad. Este álbum es una celebración de la oscuridad, porque todo puede parecer sombrío y negro por fuera, pero dentro de nosotros hay un mundo de color y emoción que necesitamos dejar que se apodere de nosotros y no ignorarlo, y esa es la larga explicación del concepto del álbum…”
Para grabar este disco, la agrupación se dirigió a Grecia, para ser más precisos, a la isla de Santorini. Lugar donde salían a correr por las mañanas, así mismo, iban en cuatrimotos a dar un rol por la isla y sus bares, esto para mantenerse sanos pero al mismo tiempo fomentar un vínculo y conectar en otro nivel al momento de componer las canciones. Aquí mismo, fue que Oliver Sykes consiguió a su perrita Luna, una pastor blanco suizo, y aunque estos detalles parecen insignificantes, la verdad es que todo esto fue relevante para la composición y creación del disco.
Sykes mencionó que las influencias de este disco fueron Jane’s Addiction, Radiohead e Interpol y con toda la temática que se maneja en el disco, se entiende por qué dice esto, es por todos los ritmos oscuros, lentos y progresivos que se llegan a escuchar. También describe el título como:
“Una forma de restarle importancia. That’s the Spirit (Ese es el espíritu) es una frase bastante deprimente si lo piensas bien, el tipo de frase que sólo usas cuando sabes que no hay una respuesta positiva a la situación”.
Explorando las canciones en That’s The Spirit de Bring Me The Horizon
Analizaremos rápidamente las canciones del disco, el cual abre con “Doomed”, el título describe justo el sentimiento de la canción, estar perdido o condenado hasta el punto de sentirse un cadáver antes de aceptar la ineludible depresión y abrazarla de manera irónica para afrontarla. Uno de los detalles más increíbles es el uso de sampleos de los icónicos sonidos de las drogas de la película Requiem For a Dream. Oliver explicó para Kerrang! que decidieron abrir con esta canción por lo siguiente:
“Queríamos comenzar con algo que dejara claro que este disco no es algo que hayas escuchado de nosotros antes. Exploramos ideas fuera de nuestra zona de confort y terminamos con esta loca pista instrumental, con la que no teníamos idea de qué hacer. En el empujón final, cuando estábamos al límite de nuestras capacidades, finalmente lo logramos”.
Posteriormente el disco nos sorprende con “Happy Song”, una de las favoritas de los fanáticos y la que probablemente tiene una de las interpretaciones más desastrosas e icónicas. De esta canción destaca el coro de porristas y la línea That’s The Spirit, que es una obvia referencia al título del disco.
La desastrosa presentación mencionada es en los premios NME de 2016, donde Oliver Sykes hizo un relajo en la mesa donde se encontraban los integrantes de Coldplay, lo cual se remonta a una pelea muy tonta en la que se decía que Coldplay le había copiado la portada con la flor de la vida, misma que Bring Me usó para la portada Sempiternal en 2013 y Coldplay la usó en la portada de “A Head Full of Dreams” en 2015. Acá te dejamos este momentazo:
“Throne” es la siguiente del disco, y muchos la consideran como una canción bastante simple, especialmente en el aspecto de la letra, aún con todo eso se ha vuelto en una de las más conocidas de la agrupación y ellos saben lo simple que es, Jordan Fish mencionó lo siguiente para Rolling Stone:
“Es una de las canciones más simples y directas que hicimos… Tiene algunos elementos que teníamos en el último álbum, con un ritmo acelerado y melodías realmente fuertes. Así que parecía una elección obvia para ser el primer sencillo porque es inmediatamente pegadizo y tiene muy buen nivel de energía… Cada uno tiene sus propios problemas y ansiedades, y la mayoría de las nuevas canciones tratan de aceptarlos y tratar de mantener una actitud positiva porque no hay nada más que puedas hacer”.
“True Friends” es la favorita de todos aquellos que nos hemos sentido traicionados, que nos han apuñalado por la espalda y aunque usa metáforas muy sencillas, son demasiado efectivas para reflejar este amargo sentimiento. Y sí, seguiremos citando todo lo que los integrantes han dicho sobre las canciones, Oliver Sykes mencionó para Spotify lo siguiente:
“Se trata de ciertas personas sobre una situación que realmente me hirió. Pero para ser honesto, se aplica a muchas personas que he conocido a lo largo de mi vida. No siento odio ni enojo hacia nadie, tal vez solía hacerlo, pero es una emoción demasiado agotadora. Y esta canción trata sobre hacer las paces con esas situaciones. Se trata de hacerles saber a esas personas que puedo olvidar pero nunca perdonaré. De ahora en adelante, siempre los mantendré a distancia”.
El disco continúa soltando puro hit tras hit, y aquí es donde entra el himno de los enamorados, “Follow You”, una rola que cualquier enculado fan de Bring Me The Horizon ha dedicado en su vida. Muchos fanáticos también dicen que esta es una canción maldita, ya si la dedicas, lo más probable es que tu relación no vaya a durar mucho ya que ni a Oliver Sykes le duró el gustito, ya que se divorció de la tatuadora Hannah Snowdon, persona a quién le había dedicado este temazo.
Nosotros no sabemos de eso, pero si sabemos que es de las mejores canciones del género para hacerle saber a tu chikistrikis que es tu todo, sin importar si te arrastra al infierno, siempre vas a seguir a lado de esa persona. Y claro, también tiene uno de los videos más chidos de la banda.
Luego tenemos “What You Need”, punto donde el disco tiene una ligera pausa, si bien la canción no es ligera como tal, esta incluye un sonido más tranquilo que las anteriores. La canción anterior tampoco es súper heavy pero definitivamente tiene un mayor impacto emocional si la comparamos con esta. Aquí encontramos una letra un poco más irónica y Sykes lo explica así:
“Líricamente, la canción trata sobre personas de mente cerrada que solo aceptan lo que aprendieron en la escuela o lo enseñado por sus padres. Se niegan a abrir sus oídos a una alternativa. Creen todo lo que les dicen. Y hasta que se convierta en una creencia popular o en un hecho, no se atreven a pensar de otra manera porque tienen miedo de equivocarse.
A esa misma gente realmente no le gusta que pienses diferente y no les gusta pensar que aún no lo sabemos todo… Yo no creo en nada, no tengo una religión que siga, pero estoy abierto a cualquier cosa y no creo que lo sepamos todo. A esa gente no le gusta que pienses así, se burlan de ti”.
Después de una canción buena pero no tan impactante, volvemos con un tema que para muchos es demasiado emocional, una canción con la que se pueden relacionar fácilmente todos aquellos que sufren de alguna condición o trastorno mental. Esta canción es muy personal para el vocalista ya que habla sobre su TDAH y cómo esto le ayudó a superar su adicción a la ketamina, esta fue su declaración para Kerrang!:
“Es extraño que un médico te diga que a tu cerebro le falta algo, pero al mismo tiempo fue un alivio poderlo descubrir. Descubrir que una gran parte de mi adicción era la automedicación fue un gran paso en mi recuperación. La letra ‘Ábreme y dime qué hay dentro’ describe mi frustración conmigo mismo y por qué siempre estoy jodido.
La letra “Mi cabeza no estaba conectada a este mundo” es la verdad. Es mi conversación con un médico, tratando de explicarle cómo me siento a veces; por eso, “Es como una avalancha”.
“Run” es el siguiente tema y aquí lo que más destaca es la combinación musical con el estilo de Bring Me junto a ritmos de la música dance de los años 90, especialmente la más oscura como lo son proyectos como Snap!, Faithless y Active Child. Mientras que las letras se concentran mucho en este sentimiento adolescente de correr o huir de nuestra situación, hogar o lo que sea que nos esté causando algún problema.
Por si no habíamos sufrido lo suficiente con canciones anteriores, el disco nos clava la daga en el corazón con “Drown”, una canción que la banda describió como su primer canción de estadio, sabían que estaban cambiando sus gustos, sus actividades y por ende, ya no eran la misma banda ni los mismos adolescentes que iniciaron. Sabían que estaban por entrar a las grandes ligas.
Este es un tema de ayuda, de hacerle saber a alguien, a quién sea, que esa persona te puede ayudar para no hundirte más, a veces creemos que podemos soportar todo el peso del mundo sobre nuestros hombros sin la ayuda de nadie más, y eso siempre termina mal. Está bien pedir ayuda, está bien contar con alguien para ayudarnos a dar un paso atrás y salir de ese mar llamado depresión. Rolón que a su servidor le ha sacado la lágrima viendo a la agrupación en vivo, simplemente una joya.
Llegando a la recta final del disco nos encontramos con “Blasphemy”, otra canción bastante tranquila en el aspecto de breakdowns pero con un sonido impecable y bien definido, muy cercano a lo que muchos consideran “rock alternativo”. La letra va con dedicación a esas personas cínicas que no dejan de lado sus creencias, aunque ni siquiera crean tanto en eso. Una canción digna para mandarle a tu tía la religiosa extrema que no deja de criticar a las personas, se pone sus pedas cada fin y le pone los cuernos a tu tío.
El álbum finaliza con “Oh No”, la rola más pop de todo el disco, de esas que sin bronca podrían sonar antes de que Coldplay salga al escenario. Acá no nos preocupamos por una gran letra, de hecho, es una burla a las canciones de fiesta, Oliver lo explicó de la siguiente manera para Spotify:
“Pretende ser una canción anti-baile en cierto modo, pero al hacerlo suena como una canción de baile. Suena como algo que escucharías en un club. Y se trata de personas que viven el fin de semana y personas de mi edad, de 30 y tantos años o más, que todavía intentan vivir como si tuvieran 18 o 21. Se esfuerzan por divertirse y ni siquiera se dan cuenta de ello, probablemente ni siquiera se están divirtiendo.
La canción está destinada a sonar como si estuvieras entrando a un club, quería que la ironía sonara como una salida nocturna cuando líricamente dice que nada de esta forma de vida ya tiene sentido para mí.
La salida final con trompeta y saxofón es otra idea que surgió de mí. Quería que esta parte final del álbum se sintiera como cuando se encienden las luces en un club o en un bar y tienes esa sensación poco a poco de haber escuchado una canción de mierda. Es como si todo lo bueno tuviera que llegar a su fin”.
El éxito tras todos estos años
Como ya mencionamos, en su momento de lanzamiento, este disco creó una brecha entre los fanáticos de la banda, hay muchos que inclusive dejaron de escuchar a la banda. Pero la verdad es que este disco representó mucho más que dinero, sentimientos o posiciones para Bring Me The Horizon. Ayudó a posicionar de mejor manera al metalcore, mostrando que una banda que puede hablar de tener sexo con Medusa también puede incursionar en otros géneros y con una idea conceptual oscura y desgarradora pero al mismo tiempo con mucha reflexión y aceptación para todos aquellos que están pasando por una etapa llena de dolor.
That’s The Spirit es una carta musical que demuestra que puedes cambiar tu dirección sin perder tu esencia, y nuevamente, todo esto se le atribuye a la llegada de Jordan Fish a la banda, sin él, este disco no sería posible. Un disco que sin duda ha inspirado a bandas como Architects, The Plot in You y hasta a los mismos Bad Omens.
Recuerda que podrás refinarte varios temas de este icónico disco en el siguiente concierto de Bring Me The Horizon en la Ciudad de México, el siguiente sábado 14 de diciembre en la Explanada del Estadio Azteca, acá te dejamos todos los detalles.