Desaceleración china amenaza crecimiento global.
El gigante asiático, que nos acostumbró a tasas de crecimiento vertiginosas, está pisando los frenos. La economía china se desacelera a un ritmo que preocupa a analistas y mercados por igual. ¿Qué está pasando?
La respuesta es multifactorial, pero podemos identificar algunos de los principales culpables. En primer lugar, el consumo interno, que solía ser un motor imparable, se está enfriando. Los consumidores chinos, cada vez más cautelosos, están apretando el cinturón, lo que a su vez genera una presión deflacionaria.
Por otro lado, el sector inmobiliario, durante mucho tiempo el motor de la economía china, está pasando por una crisis sin precedentes. La burbuja inmobiliaria ha estallado, dejando a su paso un mar de deudas y proyectos inconclusos.