Iberdrola ha logrado un crecimiento del 50% en su beneficio neto y un aumento del 23% en su EBITDA, pero los riesgos a corto plazo, como el impuesto a las energéticas, podrían afectar su rentabilidad futura
Iberdrola ha alcanzado un sólido crecimiento en su beneficio neto y EBITDA, pero los inversores deben tener en cuenta el impacto potencial del impuesto a las energéticas en su rentabilidad futura. Así lo compartió eToro en su análisis sobre los resultados de la compañía energética.
Iberdrola se ha consolidado como un referente global en la transición energética, especialmente gracias a su apuesta por las energías renovables y sus inversiones estratégicas en infraestructuras de red. Según Javier Molina, analista senior de mercados para eToro, “la compañía ha demostrado un crecimiento sólido en sus resultados financieros, con un aumento del 50% en su beneficio neto y un incremento del 23% en su EBITDA”.
Los resultados del último trimestre —explican desde la plataforma— reflejan el éxito de la estrategia de Iberdrola a largo plazo, impulsada por un fuerte rendimiento en sus negocios de energías renovables y redes. El beneficio neto ha alcanzado los 5,471 millones de euros, mientras que el EBITDA se sitúa en 13,269 millones de euros, con un crecimiento significativo en ambos indicadores. Además, el EBITDA recurrente ha registrado un aumento del 11%, lo que subraya la estabilidad del negocio central de la compañía.