Pese a varias fallas técnicas, Napalm Death puso eufórico a su público reunido en el Circo Volador. Los encargados de abrir acciones fueron los noruegos de Blood Red Throne.
Viernes de maldad, de puro death y grindcore para acabar la semana tan estresante que fue para algunos, viernes de mover la mata, armar el circle pit y golpearse cuerpo a cuerpo con otros metaleros que gustan de Napalm Death, que se presentó en el Circo Volador previo a su presentación en la fiesta regia del México Metal Fest VIII (el amarillo para los cuates).
Fue una noche de harta diversión para los fans, quienes en su momento más eufórico sacaron el bote de basura de los sanitarios para aventarlo de un lado a otro antes que la seguridad apareciera para cortar la fiesta, así como también emergieron problemas técnicos durante la presentación de la banda británica. Pero antes de entrar de lleno, vayamos por pasos, pues la noche arrancó primero con el death metal bien vikingo de Blood Red Throne.
Blood Red Throne: enérgicos y ovacionados
Quizá no sean la banda que más pega dentro del death metal, hay quienes incluso mencionan que en Noruega, país natal del BRT, no son muy respetados ni queridos, pero acá en México se le da chance de mostrar su potencial a todo mundo y esta vez no fue la excepción. Apenas se montaron en el escenario y soltaron los primeros riffs, la locura se apoderó del recinto, cabezas moviéndose de atrás para delante, celulares arriba grabando el momento y otros más brincando fue como el público recibió a los vikingos.
Lo anterior se puede deber a múltiples factores, ya sea porque la música de la agrupación conectó con los presentes o porque tanto ‘Dod’ Olaisen en la guitarra o Stian Gundersen en el bajo son tan enérgicos en su rasgueo que si no te dan ganas de headbangear, es porque estás muerto por dentro. Claramente otro de los que más miradas robó fue el baterista Freddy Bolso, especialmente de las mujeres ahí reunidas.
Un set corto, de apenas 40 minutos, fue más que suficiente para lograr un verdadero vínculo con el público reunido en el lobby del Circo. Sin temor a equivocar, una buena forma de calentar las cosas para lo que vendría.
Napalm Death, la calma antes de la tormenta
Antes que nada, una disculpa pero… qué cabrón está el vocalista de Napalm Death, el buen Barney es una completa oda a lo que debe ser un buen frontman del género. Corre, brinca, golpea al aire, ve a sus compañeros y jala con ellos, arenga y habla con el público, es una bomba explotando por todos lados, no nada más se planta para cantar, interpreta con sentido y eso se agradece un buen.
Un set compuesto por varios pasajes de su carrera fue lo que recetó Napalm, desde temas como “From Enslavement To Obliteration”, “ Next On The List” o una de las que provocaron un buen pogo en el centro del lugar, “Contagion”. La primera parte del show estuvo sin falla, todos estaban felices viendo al ND hasta que pasó lo impensable y que, aunque puede suceder, parece que no estaba previsto por parte de los responsables.
‘If the truth be known
Your desire to judge unchallenged
And revel in the according attention’
Unos pedillos para Napalm Death
Lo dicho, todo corría con singular alegría y en calma, pero justo a la mitad del tema “Backlash Just Because”, las luces decidieron fallar, apagándose por completo y dejando a obscuras el escenario, la banda terminó la canción apresuradamente mientras eran iluminados por las luces de los teléfonos móviles de la gente, después de unos instantes, sólo respondieron las luces de trabajo, como se conoce a los focos que sirven para iluminar ciertas partes de la estructura donde van las que alumbran al talento.
El defecto duró poco tiempo, para “Fuck the Factoid” todo estaba bajo control otra vez, o eso era lo que se pensaba, ya que ahora lo que falló fue el audio, dejando sin monitores a la banda que mejor decidió pasar al siguiente tema, no sin antes darle un espacio de tiempo para resolver el problema. Hasta eso, lo tomaron de buena forma los integrantes, John Cooke hablaba con la cabina mientras Barney calmaba al público contando la historia de a qué disco pertenece “Suffer The Children” y se echó un speech bastante chulo.
‘Nosotros nos hemos pronunciado contra la Iglesia y sus normas, por eso tenemos 3 estatutos, no al sexismo, no a la homofobia, no a la transfobia, humano es humano, todos juntos‘.
Intentaron tocar “The Code is Red… Long Live The Code” pero volvieron a quedarse sin audio por lo que prefirieron pasar a “Scum”, que tampoco tuvo suerte con todo y que lo intentaron 3 veces pero la suerte ya estaba echada con los componentes del Circo y apenas si aguantó “M.A.D.” Y “Success?”.
Y aunque los problemas técnicos fueron constantes, Napalm Death nunca bajó los brazos, buscó por todo medio el darle a su público un espectáculo digno de recordar, hacer que valiera la compra y obvio, ellos dar un producto de calidad. Siempre atentos, siempre ovacionados en cada momento, qué más da si “Nazi Punks Fuck Off” tampoco pudo ser tocada en su totalidad, para ese momento ya todo era camaradería entre banda y su gente. Hasta El Hongo mejor se reía ante tanta inconveniente.
Antes de retirarse, le dijeron a sus fans que se cuiden y recuerden que todos somos humanos sin excepción, para después interpretar “Instinct Of Survival”, el final iba a ser épico pero, nuevamente algo pasó y se quedaron a un cuarto de canción. ‘Ok una más, si esto lo permite‘, mencionó Barney que sólo podía voltear a ver a sus compañeros ya bien decepcionados por todo lo que había pasado en la noche. Obviamente probaron un par de veces pero no hubo éxito (inserte emoji de carita llorando). ‘Nos vamos, lo intentamos pero no esta bien (el audio)… hasta que los volvamos a ver’.
