Gustavo Cordera llegó a México con su tour De la cabeza al corazón. Se hizo acompañar por Forseps que presentó su álbum reciente.
El fin de semana estuvo lleno de conciertos, pero uno era especial, pues dos referentes de la música compartirían escenario para llevarnos a esos momentos de la prepa (o secundaria según sea tu caso) dónde todo nos valía, ibamos con el Walkman o Discman en los bolsillos y tarareando los temas de Forseps y Gustavo Cordera en Bersuit Vergarabat.
Así es, estos dos monstruos del rock latino estuvieron repasando sus éxitos que los llevaron a llenar recintos como ahora sucedió en La Maraka, un lugar que poco a poco se ha convertido en un lugar recurrente para shows de este tipo, aunque los horarios no sean muy amigables para los que no llevan automóvil. El primero en arrancar fue Forseps, y ahí te va cómo estuvo su presentación.
Forseps: poco tiempo, gran ambiente
Pasadas las 9:30 de la noche, las luces del escenario se apagaron para que la agrupación se acomodara en sus lugares, el humo comenzó a salir y las notas de “Obertura”, proveniente de la opera rock Dr. Frankenstein que José Fors creó, sonaron para ser recibidas por el público con gritos y aplausos.
La banda dio un buen show que apenas duró los 55 minutos, dónde interpretaron temas como “Muerte Por Amor”, “Cruel”, “Departamento de Devoluciones”, “Quién Soy Yo” y un par de canciones pertenecientes a su nuevo disco FSP7, destacando “Muero Por Vivir”.
‘Yo sé que vienen a escuchar sus canciones favoritas pero es mi show y les voy a tocar un par de temas de lo nuevo, se van a tener que aguantar porque esto también es para ustedes’.
Pese a haber pasado por una situación complicada de Salud, Fors sigue siendo un gran frontman de la escena nacional, recorría todo el escenario, iba con sus compañeros en la guitarra, bajo o teclados, y claro, no podían faltar las interacciones con Vera, su esposa, y más cuando llegó el turno de escuchar “Tu y Yo”, donde dejaron claro que el amor y el trabajo no están peleados. Sin duda, el público terminó complacido aunque se quedaron con ganas de escuchar más de Forseps.
Gustavo Cordera: un baile muy acústico
El más esperado de la noche sin temor a equivocarnos fue Gustavo Cordera, como se le conoce al ex vocalista de la Bersuit. Desde el previo la gente coreaba su nombre como si se estuviéramos en la mismísima tribuna de La Bombonera y Gustavo fuera el nuevo Maradona.
Apenas tomó lugar en escena y los gritos ensordecedores hicieron que apenas se detectara la intro de “Canción Para Mi Cabeza”. Cordera sonreía ante tal recibimiento por parte del público, abrió los brazos como para abrazar a todos y se levantó de la silla donde permanecería gran parte del concierto, pues en su mayoría fue muy acústico, muy íntimo.
“El Gordo Motoneta” que no puede parar fue coreada al unísono, y lo mismo pasaría con cualquier tema que tocará la banda y el Pelado. Sinceramente es de esos conciertos donde el artista sólo va llevando a su gente como si fuera un director de orquesta. Levantaba una mano y todos iban al parejo, se levantaba del asiento y le aplaudían, dirigía el micrófono hacia el público y este cantaba más fuerte, abría ambos brazos y los presentes llevaban el ritmo con palmas y golpes al aire. Era tan coordinado todo que hasta parecía que habían ensayado durante un mes aunque en realidad todo fue una gran improvisación entre cantante y su colectivo.
Cordera dio un repaso por su faceta con Bersuit echando temas como “La Del Toro”, “De Ahí Soy Yo” y “Otra Sudestada”, que como fue la dinámica del show, fueron cantadas por la gran mayoría que se dio cita en el recinto. Sin embargo, uno de los momentos más chulos de la noche fue cuando tocó turno a “Mi Caramelo”. Tremenda unión de todos, amigos, desconocidos y hasta un par de meseros se abrazaron a las notas y letra de ese amor juvenil que nos marcó en ese momento de la vida y hace que pensemos en cambiar todo en la vida por un momento con dicha persona.
Un total de 20 canciones fue el set list de la noche, y no todo fue en versión semi acústica, claro que hubo relajo, sobretodo cuando sonaron “El Baile del Error”, “Asalto de Cumbia” y esa que dice ‘tomo, para no enamorar, me enamoro, para no tomar’.
El cierre de la noche para la visita de Gustavo Cordera a la CDMX fue con un par de clásicos que provocaron la algarabía de todos los presentes, “Soy Mi Soberano” y “Un Pacto”. Hasta se le olvidó a la gente que ya no alcanzarían transporte público pero como siempre, eso es lo de menos cuando pasaste un buen rato disfrutando de tu artista favorito.