La 2024 Update de Windows 11, conocida como 24H2, ya está entre nosotros. Tras un accidentado lanzamiento, los usuarios van actualizando poco a poco a esta nueva versión. Ya hemos visto varias veces las novedades de la versión de 2024 de Windows 11, que no son pocas, y han hecho que se convierta en la mayor actualización de Windows 11 desde su lanzamiento. Pero, además de las principales novedades que todos hemos visto, Windows 11 24H2 esconde secretos que, poco a poco, van saliendo a la luz.
Cuando formateamos un disco duro, Windows nos recomienda, principalmente, dos sistemas de archivos. Por un lado, tenemos el conocido NTFS, el sistema de archivos de Microsoft que, aunque tiene ya varios años a sus espaldas, sigue funcionando perfectamente en todas las versiones del sistema y con todo tipo de unidades de almacenamiento. Por otro lado, tenemos exFAT, una alternativa más libre, pero algo menos compatible.
Pero, ahora, Microsoft empieza a dar mucha importancia a un nuevo sistema de archivos: así es ReFS.
ReFS en Windows 11
ReFS no es un sistema de archivos precisamente nuevo. Las ediciones Server de Windows lo llevan usando como sistema de archivos desde hace 12 años, concretamente desde Windows Server 2012. A diferencia de NTFS, o cualquier otro sistema de archivos, el ReFS está pensado, sobre todo, para equipos y sistemas que trabajan con cargas de trabajo muy altas.
Este sistema de archivos casi duplica el rendimiento de NTFS. Tal como han podido demostrar las pruebas, en archivos pequeños, la mejora es bastante reducida, de entre un 15% y un 20%, en archivos de 1 MB. Sin embargo, a medida que aumenta el tamaño, también la velocidad, consiguiendo una mejora de hasta el 94% en archivos ya varios gigas. Por ejemplo, un archivo de 20 GB, que de normal tardaría entre 30 y 35 segundos en copiarse, con ReFS podemos tenerlo ya copiado en apenas 10 segundos. También mejora mucho el rendimiento de carpetas con miles de archivos, mejorando la velocidad de copia de la misma en hasta un 80%.
Los problemas de ReFS
Aunque todo pinta muy bien, y queramos empezar a usar cuanto antes este nuevo sistema de archivos, tenemos una mala noticia: y es que no es un sistema de archivos pensado para el usuario corriente. ReFS tiene sus mejoras, que son más que evidentes, pero también muchos inconvenientes por los que no deberías usar este programa.
Por ejemplo, el primero de ellos es que Windows no puede arrancar desde ReFS. Por lo tanto, el disco duro del sistema operativo ya debe ser, sí o sí, NTFS. Además, es también muy importante saber que no se puede pasar de un sistema de archivos a otro. No podemos convertir directamente una unidad de NTFS a ReFS, ni al revés. Para ello, hay que formatear la unidad completa, perdiendo los datos que haya guardados en ella.
ReFS es, según Microsoft, un sistema de archivos creado para grandes sistemas, o servidores, donde la carga de trabajo es extremadamente elevada. También se puede usar en unidades virtuales, Dev Drives, usadas por desarrolladores y usuarios avanzados para poder avanzar en los proyectos.
Pero, hoy por hoy, NTFS sigue siendo el sistema de archivos recomendado para instalar Windows y programas. Prácticamente nadie que haya un uso doméstico del PC necesitará las mejoras de ReFS.