Benjamín Furman es un cantautor y pianista chileno radicado en Nueva York. Siendo el menor en una familia de músicos en Santiago, tuvo contacto con tangos, folclore, salsa, The Beatles y Beethoven. Su amor por el piano lo llevó a Berklee College of Music, en Boston, donde estudió Jazz Piano Performance, Jazz Composition, y exploró en profundidad los ritmos sudamericanos de su lejano hogar. Desde entonces, Benjamín se ha presentado como líder y también acompañante en importantes escenarios en Chile, Uruguay, Nueva York, Boston, Montreal, España y el Medio Oriente.
En 2014, lanzó su primer disco, “Desde el jardín”, una exploración principalmente instrumental, para luego enfocarse cada vez en su amor por un formato de canción sudamericana con colores de jazz en su EP “Felina”, de 2021, cuya canción homónima ganó el USA Songwriting Competition, y luego su sencillo “Cóndor”, de 2022. Hoy, Benjamín Furman vive en Brooklyn, Nueva York, donde colabora con músicos de primer nivel internacional, y desde allí realiza presentaciones internacionales.
Para su segundo disco, “Zalmo”, el músico invitó a colegas de Argentina, Israel, Chile, Italia y Estados Unidos. En el álbum explora el paisaje del folclore y la canción sudamericana, con colores de jazz, flamenco y música del Medio Oriente.
Influencia, la canción latinoamericana
“En 2012, me fui de Chile a estudiar música en Berklee College Of Music con la idea de estudiar jazz y piano, y una vez que estuve ahí empecé a encontrar en mí mismo. Otros compañeros latinos tenían también un mayor interés en el folklore latino, y en mi caso, el sudamericano. Una vez que estuve lejos del hogar, empecé a redescubrir esa música que ya estaba en mi cuerpo, porque yo me crié escuchando desde rancheras y boleros hasta rock argentino. De hecho, mi disco de 2014 ya mezcla ambos mundos, pero es más instrumental, mientras que mi disco nuevo en el fondo no es jazz, sino que tiene muchos elementos de ese género, pero está supeditado a la canción y a la letra. Hay muchas influencias de artistas que son un poco más conocidos en Latinoamérica, como Jorge Drexler, Carlos Aguirre e Iván Lins”, inicia Benjamín en entrevista.
El disco “Zalmo” fue producido por Benjamín, en colaboración de Alessio Romano en algunas canciones, tal y como menciona: “Este trabajo fue realizado en tres años, fue un proceso largo y hay etapas más antiguas, como en las canciones como ‘Reunión’ y ‘El niño capitán’, que están coproducidas por Alessio, que vive en Nueva York y tiene un estudio. Después de esta colaboración, seguí solo en cuanto a la producción”.
“En este disco, empecé con las canciones que estaban compuestas de una manera muy natural y orgánica, solo en el piano y voz. Empecé a coleccionarlas y elegí siete de muchas más que tenía hechas”, comenta Benjamín; “luego empecé con el trabajo de producción, hice maquetas en MIDI, en el software Logic, así como los pianos y las guitarras, explorando con los distintos sonidos, lo que fue útil para imaginar cosas. Después transcribí cada uno de los instrumentos en partituras y las ensayé con los músicos. Las maquetas fueron muy importantes y cuando estuvimos en el estudio, reemplazamos los tracks en MIDI con tracks de audio real. En mi home studio hice voces y algunas guitarras. Ahí cuento con la interfaz RME Babyface, mis teclados eléctricos y la librería de audio Complete. Es un set muy simple, pero es más que suficiente para lo que necesitaba en este disco”.
Comienza la grabación
Para el proceso en el estudio de grabación de “Zalmo”, Benjamín visitó dos de ellos: Studio 42 Brooklyn y East Side Sound. Así lo explica: “En el primero grabé los temas que estaban pensados por capas, y grabamos el bajo solo, el piano y las percusiones solas, y luego decidí explorar en otras canciones con un formato más en vivo y para eso elegí East Side Sound, porque ahí hay una sala muy linda, el piano es muy bueno y hay un poco más de espacio”.
“En este disco hay una veintena de músicos distintos y en varias canciones, las agrupaciones se cambiaron. Hay músicos que están solo en un tema, hay otros que están en dos y fue como un colectivo, más que una banda. Son músicos que yo convoqué según la canción y lo que me imaginaba que sería apropiado; en Nueva York hay tantos músicos que yo admiro mucho y quise hacer una especie de fotografía o libro de los músicos con los que he estado trabajando y colaborando en mis años en esta ciudad. Hay músicos de Italia, Israel, Argentina, Chile, Uruguay Bélgica, Estados Unidos, y eso me pareció muy honesto, porque la vida en Nueva York es muy internacional. En la primera fase de grabación estuvimos muchas horas en el estudio, porque hacíamos grabaciones de muchas cosas, de una manera detallada, y ahí fue donde Alessio Romano influyó mucho, porque hacíamos una especie de zoom a cada elemento. En East Side Sound sólo grabamos seis horas para tres canciones y después hicimos overdubs, por ser canciones en vivo. Aprendí muchísimo del proceso y de las distintas alternativas disponibles”.
Para la grabación en East Side Sound, Benjamín registró su talento al piano con un Steinway de media cola: “Las maquetas las hice con un teclado Nord Stage. Para mí, el piano es lo más importante, y es lo que yo he estudiado siempre: es lindo combinar diferentes pianos y sonidos. En mi departamento tengo un piano vertical de pared, y tengo mis teclados eléctricos; además del Nord, tengo un Moog y un Casio, que me gusta mucho por el peso de las teclas”, comenta.
“El proceso de mezcla en “Zalmo” fue hecho por Alessio Romano, que mezcló los temas que hicimos en su estudio, mientras que las demás canciones fueron mezcladas por Rafael Cohen, que está en Israel. Yo le enviaba las grabaciones, él me regresaba la mezcla y fuimos haciendo retroalimentación. La masterización fue hecha en Los Ángeles por Erik Boulanger, en el estudio The Bakery. Me involucré mucho en el proceso de mezcla; le daba mis notas a Rafael y era muy específico en ellas. El proceso fue muy ameno para que el disco sonara natural y que lo más importante para mí estuviera más presente”.
El disco más reciente de Benjamín Furman ya está en plataformas y en espera de ser escuchado en vivo: “Ya hice una gira por Chile, mientras que el año que viene estaré dando varios conciertos en México; estamos empezando a recibir invitaciones para distintos festivales y espacios. El público puede estar pendientes en @benjaminfurmanmusica y en benjaminfurman.com, donde pueden inscribirse al newsletter para tener material inédito. Creo que este disco resonará con el público mexicano, porque es un lenguaje musical muy latino, con influencias que serán muy bien recibidas”.