El sistema público de pensiones en España atraviesa una de las etapas de mayor tensión de los últimos años. La pregunta es, ¿hasta cuándo será viable este aumento de números y estadísticas?
El progresivo acceso a la jubilación de la generación del baby boom está acelerando la salida de trabajadores del mercado laboral y elevando el número de nuevas altas en el sistema. Una tendencia estructural que, sin duda, condicionará las finanzas públicas durante las próximas décadas.
Las cifras acumuladas hasta noviembre de 2025 confirman este cambio de ciclo. El volumen de jubilaciones no solo supera el registrado en ejercicios anteriores, sino que se acompaña de prestaciones iniciales más elevadas, lo que incrementa de manera directa el desembolso destinado al pago de pensiones.
El efecto combinado del aumento de jubilados y de pensiones medias más altas sitúa al sistema en máximos históricos de gasto.
Un récord de salidas del mercado laboral
Entre enero y noviembre, 342.665 personas abandonaron la actividad laboral tras haber completado los años de cotización necesarios para acceder a la jubilación.
Este dato ya supera el total registrado en todo 2024 y deja atrás con claridad el volumen de 2023, cuando comenzaron a retirarse de forma masiva los primeros nacidos entre finales de los años cincuenta y la década de los setenta.
Si la tendencia observada en los once primeros meses se mantiene, el mes de diciembre sumará algo más de 31.000 nuevas jubilaciones, lo que situará el cierre del año en torno a las 373.800 altas.
El número anual de nuevos jubilados ha crecido de forma sostenida desde mediados de la década de los 2000, con un punto de inflexión claro en los últimos cinco años. Las barras correspondientes a 2024 y 2025 destacan sobre el resto, evidenciando un incremento cercano al 30% en el ritmo de incorporaciones al sistema en un periodo relativamente corto.
El impacto acumulado del baby boom
Los primeros tres años del proceso de jubilación de esta generación ya han incorporado al sistema a 1.037.679 personas. Se trata de una cifra relevante no solo por su volumen, sino por su carácter prolongado en el tiempo.
Las previsiones apuntan a que este flujo continuará durante los próximos 18 años, hasta que los últimos integrantes del baby boom alcancen la edad legal de retiro.
Este escenario introduce una presión constante sobre el sistema, ya que cada ejercicio se suman más jubilados de los que salen por fallecimiento. El crecimiento neto del número de pensiones activas se ha convertido en uno de los principales motores del aumento del gasto.
Pensiones iniciales más elevadas
Otro elemento clave del actual contexto es el importe de las nuevas pensiones. Los datos del Ministerio de Seguridad Social muestran que la prestación media con la que acceden los nuevos jubilados ha aumentado de forma notable.
En 2023 se situaba en 1.453 euros mensuales, en 2024 ascendió a 1.566 euros y en 2025 alcanza una media de 1.621 euros hasta noviembre. En apenas tres años, el incremento acumulado ronda el 11%.
Este aumento se explica, principalmente, por carreras laborales más largas y por bases de cotización más elevadas. Los trabajadores que se jubilan ahora han cotizado durante más años y con salarios superiores a los de generaciones anteriores.
A ello se suma el retraso efectivo de la edad de jubilación, que ha superado por primera vez la edad legal. La media ha pasado de 64,82 años en 2023 a 65,07 años en noviembre de 2025, un dato que también influye en la cuantía final de la prestación.
El efecto sustitución y la presión presupuestaria
El crecimiento del gasto en pensiones no responde únicamente al mayor número de jubilados. El denominado efecto sustitución, que refleja la diferencia entre las nuevas pensiones y las que causan baja, desempeña un papel relevante.
En el último mes disponible, esta brecha fue de 277 euros mensuales, lo que eleva el gasto incluso aunque el número total de pensionistas creciera de forma más moderada.
Según la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, el desembolso en pensiones cerrará 2025 con un incremento del 6,2%. De ese aumento, 1,7 puntos porcentuales se explican por el mayor número de prestaciones y 1,3 puntos por la diferencia entre altas y bajas.
El resto corresponde a la revalorización anual de las pensiones y a otras medidas, como el impacto del complemento de brecha de género.
Un gasto en máximos históricos
El pago total de pensiones alcanzará en 2025 los 189.598 millones de euros, casi 190.000 millones, lo que supone un nuevo récord para la Seguridad Social.
Tres cuartas partes de este importe corresponden a pensiones de jubilación, con un volumen cercano a los 138.000 millones de euros. Estas cifras consolidan una tendencia alcista que se mantendrá en los próximos años.
Las previsiones oficiales anticipan crecimientos del gasto del 5,1% en 2026 y tasas superiores al 4% hasta 2030. Aunque la moderación de la inflación reducirá el impacto de las revalorizaciones, la presión derivada del aumento del número de pensiones seguirá intensificándose.
Las proyecciones apuntan a 12,5 millones de pensiones activas en 2030 y hasta 17 millones en 2050, con un gasto equivalente al 13,4% del PIB a finales de la década.
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La noticia
España cerrará 2025 con 370.000 nuevos jubilados. Cobran un 11% más y elevan el pago de las pensiones hasta casi los 190.000 millones de euros
fue publicada originalmente en
El Blog Salmón
por
Sergio Delgado
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