En su primer uso real el Autoland de Garmin salva un piloto que resultó incapacitado al hacer aterrizar el avión de forma automática

Desde hace unos años Garmin tiene en su gama de productos de aviónica Autonomí el Autoland. Se trata de un dispositivo que en caso de que un piloto resulte incapacitado en vuelo es capaz de tomar los mandos del avión y llevarlo al aeropuerto más apropiado de forma completamente autónoma. Y todo esto mientras se comunica con los controladores aéreos y las personas que van a bordo de la aeronave.

El sistema calcula el aeropuerto de aterrizaje óptimo basándose en la distancia desde la posición actual, la longitud y las condiciones de la pista, el combustible restante y otros factores. Una vez que el sistema designa un aeropuerto de aterrizaje, comienza a comunicarse con el control de tráfico aéreo y con las personas que van a bordo de la aeronave mediante mensajes de voz automatizados.

Como es natural antes de ser certificado para su instalación fue sometido a numerosas pruebas en las que en efecto hizo lo que se supone que ha de hacer.

Pero hace un par de días se produjo por primera vez la activación real de uno de esos dispositivos en una Beech B200 Super King Air que iba de Aspen al Aeropuerto regional de las Montañas Rocosas, los dos en Colorado.

No se saben todavía todos los detalles, aunque Garmin ha prometido más información en breve, pero básicamente el piloto resultó incapacitado unos veinte minutos después de despegar y el Autoland tomó el control. No sabemos todavía si de forma autónoma, porque el piloto se dio cuenta de que se estaba poniendo malo y lo activó, o si iba alguien más a bordo que lo hiciera.

En este vídeo se puede escuchar al Autoland informando de sus intenciones y del tiempo que le queda para aterrizar y al controlador del aeropuerto gestionando el resto de tráficos para dejarle camino libre. El audio empieza antes pero el avión afectado no aparece en el radar hasta aproximadamente un minuto y 42 segundos en el vídeo; es el marcado con un EM en rojo:

Parece casi magia, pero todo funcionó a la perfección: el sistema se activó o fue activado manualmente, tomó el control, el avión hizo una toma segura y nadie resultó herido.

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