Una de las situaciones más perjudiciales para cualquier usuario es sufrir un hackeo en su correo electrónico. De hecho, millones de personas alrededor del mundo han visto cómo los ciberdelincuentes se hacen con sus cuentas y ponen en peligro toda su vida digital de repente.
El correo electrónico es el epicentro de nuestras cuentas online. Las notificaciones bancarias, datos de redes sociales o las suscripciones a servicios pasan por nuestra dirección de correo. Por lo que perder el control de nuestros datos abre la puerta para que también afecte a nuestro propio dinero e incluso para que suplanten nuestra identidad.
Por ello, actuar rápido y saber cómo protegernos es más importante que nunca. El proceso empieza a la hora de detectar los primeros «síntomas» de hackeo: correos enviados que no recuerdas desde tu propia cuenta, alertas de inicio de sesión sospechosos, cambios de contraseña…
Por lo que, en este artículo, te vamos a explicar cómo reaccionar paso a paso, desde el cambio inmediato de contraseña hasta el cierre de todas las sesiones. El hecho de seguir el protocolo correcto de manera rápida será la diferencia entre que todo quede en un susto o que afecte de pleno a nuestra vida.
Cómo recuperar tu cuenta de correo tras un hackeo
Si descubrimos que nuestro correo ha sido hackeado, es indispensable que reaccionemos con rapidez, pero debemos guardar la calma en todo momento para hacer uso de nuestra lógica.
Cambia tu contraseña
El primer paso a realizar es intentar acceder a nuestra cuenta y cambiar la contraseña desde un dispositivo seguro. Por ejemplo, si solemos utilizar el móvil para acceder al correo, lo ideal es que hagamos uso de nuestro PC para llevar a cabo estos pasos. Es OBLIGATORIO que tu nueva contraseña sea segura y no guarde relación alguna con la anterior. Para ello, no solo deberás utilizar letras mayúsculas o minúsculas, sino también caracteres especiales que permita el servicio correo (¿?¡-*) y números. Aun así, para una mayor seguridad en este caso, lo ideal es que puedas hacerte con un gestor de contraseña, como por ejemplo ProtonPass.
Ahora bien, si descubres que el atacante ha bloqueado el acceso a tu cuenta a la hora de cambiar la contraseña, deberás restablecerla haciendo clic sobre el enlace «¿Olvidaste tu contraseña?»
Actualiza otros servicios en que uses la misma contraseña
Muchas veces, por mera comodidad, utilizamos nuestra contraseña de correo electrónico en otros servicios online, como pueden ser bancos, plataformas de streaming, Amazon, PayPal… tómate tu tiempo para actualizarlas una por una, y establece para todas ellas una contraseña diferente. Puedes aprovechar el gestor de contraseña para almacenarlas de manera segura.
Cierra sesión en todos los dispositivos
La mayoría de servicios de correo actuales, como Gmail u Outlook, cuenta con una función de seguridad que nos permite cerrar la sesión de manera remota en todas las sesiones activas. De esta manera, nos aseguramos que, tras volver a entrar a nuestra cuenta hackeada, se cerrará sesión en otros dispositivos que puedan mantener nuestra sesión abierta. Una vez la intente abrir de nuevo, verá que la contraseña es diferente.
Por ejemplo, para tu cuenta de Gmail de Google, solo tienes que pulsar en este enlace, que te llevará al panel de seguridad. Una vez dentro, deberás bajar hasta encontrar la sección «Tus dispositivos», donde encontraremos la opción «Gestionar todos los dispositivos». Ahí podrás cerciorarte de los sistemas que hacen uso de tu cuenta e ir cerrando sesión por separado:
Esta medida es perfecta para combinarla con la autenticación en dos factores, que necesitará de datos biométricos nuestros, el envío de SMS o de un código temporal para cualquier inicio de sesión futuro.
Escanea tu PC en busca de malware
Este tipo de hackeos puede provenir de distintas fuentes como:
- Estafas de phishing
- Brechas de datos
- Contraseñas débiles
- Malware
- Uso de redes wifi no seguras
Por ello, debemos hacer lo que está en nuestra mano para reforzar nuestra seguridad, y analizar nuestro PC en busca de virus o cualquier tipo de malware es una opción obligatoria en estos casos. Ya sea a través de Windows Defender o de un antivirus confiable de terceros, realiza un análisis completo, de todas las unidades y apps de tu PC y también de tu dispositivo móvil.
