Mi más reciente intervención en Cruce de Cables, el programa de RNE dirigido por David Sierra en el que colaboramos todas las semanas, ha sido sobre contraseñas ridículas y algunos consejos de seguridad sobre ellas.
El audio está aquí:
- Contraseñas de risa [a partir del minuto 18:30].
Empezamos hablando del problema de los ajustes o contraseñas por defecto que al final terminan eternizándose. Y en muchas ocasiones esas contraseñas son bastante triviales para ayudar con la puesta en marcha de los sistemas.
También está el asunto de que si bien en los sistemas medianamente modernos se puede activar una directiva de caducidad de contraseñas en muchos de los que había en el Louvre esto no estaba activado. O a lo mejor ni siquiera era una opción, porque eran sistemas ya con unos años en los que quizás eso aún no era práctica estándar.
Sistemas obsoletos que a menudo tienen mucho que ver con la poca voluntad política de invertir en infraestructuras frente a invertir en lo que les permita hacerse una foto bonita en una inauguración o similar que les permitirá salir en los medios.
Ante esto comentamos la importancia de tener contraseñas seguras que sean difíciles adivinar aunque nos cueste recordarlas, aunque para ello podemos recurrir a un gestor que nos facilite la vida: así, con sabernos la contraseña maestra o utilizar nuestras huellas digitales o nuestras caras las tendremos protegidas y a mano al mismo tiempo.
Algunos gestores que mencionamos en el programa son 1Password, Bitwarden, o LastPass, por citar algunos.
También aprovechamos la despedida del programa para comentar que, en principio, parece que de esta nos hemos librado de ChatControl, esa iniciativa trucha de la UE que buscaba implantar una especie de sistema de escucha –o más bien de espionaje– en las plataformas de mensajería.
Aunque no podemos ni debemos bajar la guardia, porque como en el caso de los malos de las pelis de terror nada nos garantiza que esa iniciativa haya muerto del todo. O que no la cambien por algo peor.
