Los actuales navegadores web pertenecen a uno de los sectores del software más utilizados en la mayoría de los equipos en estos momentos. Programas como Google Chrome se utilizan tanto para trabajar, como para leer noticias, jugar, informarnos, o ver pelis y series.
La versatilidad que nos ofrecen estas aplicaciones en estos instantes casi no tiene límites, como seguro que la mayoría ya sabéis de primera mano. De ahí la importancia que tiene que los navegadores funcionen de la manera más fluida posible en la mayoría de las situaciones. Chrome es la propuesta de este tipo más utilizada y Google es plenamente consciente de su importancia para cientos de millones de usuarios en todo el mundo.
Es por todo ello por lo que cada vez nos ofrece una mayor cantidad de funciones especialmente diseñadas para personalizar y optimizar el funcionamiento de Chrome. A continuación os vamos a hablar de una serie de trucos de los que podéis echar mano para así lograr este programa en concreto funcione de la manera más efectiva y fluida posible. Además, todo esto lo vamos a conseguir sin necesidad de instalar software de terceros, tan solo usando la propia configuración de la aplicación.
Todos aquellos que pasen muchas horas frente al navegador, seguro que con el tiempo agradecerán que el programa funcione más rápido que de costumbre. Veamos cómo lograrlo a través de algunos trucos que podemos llevar a cabo de manera rápida y sencilla.
Haz que Google Chrome funcione más rápido que nunca
Además, hablamos de cambios y modificaciones que podemos llevar a cabo en el programa, incluso si no somos demasiado expertos en tecnología, como veremos a continuación.
Mantén el software actualizado siempre. Google se encarga de que Chrome reciba las últimas funciones a través de las constantes actualizaciones que envía. En muchas ocasiones mejora el rendimiento general del programa.
Limpia la caché cada cierto tiempo. Desde el apartado llamado Privacidad y seguridad deberíamos limpiar la memoria caché de Chrome de manera periódica para así lograr que funcione con mayor fluidez, eliminando contenidos almacenados que no se necesitan.
Vigila el uso de pestañas. A pesar de lo útiles que resultan las pestañas que utilizamos en una misma ventana del navegador, no deberíamos abusar de las mismas.
Elimina las extensiones innecesarias. Algo similar sucede con las extensiones que añadimos al programa de Google. A pesar de su utilidad, estas tienen un consumo de recursos elevado en algunos casos. Esto significa que deberíamos deshabilitar o incluso eliminar aquellas que no sean necesarias o no usemos habitualmente.
Cierra los procesos de Chrome qué más consumen. Este es un programa que dispone de su propio Administrador de tareas al que accedemos con la combinación de teclas Shift + Esc. Desde aquí podemos ver los procesos en marcha que se están usando y cerrar los que más recursos consumen.
Activa el ahorro de memoria. El navegador de Google nos propone una función que podemos configurar para ahorrar memoria con las pestañas de forma automática. Desde el apartado de rendimiento podemos hacer que Chrome desactive aquellas que no estemos usando en ese instante para que no consuman memoria RAM.
