Metallica ha sido una fuerza dominante en el metal desde los 80, pero su camino no ha estado libre de choques. Su evolución sonora, sus decisiones fuera del escenario y hasta su actitud han provocado reacciones entre otros músicos, desde pullas amistosas hasta dardos cargados de bilis. Este artículo reúne a cinco figuras destacadas que, por diferentes razones, han lanzado críticas públicas contra la banda, todas basadas en hechos reales y declaraciones verificadas. Aquí no hay rumores ni relleno: solo lo que se puede rastrear en entrevistas, libros o archivos de la escena.
1. Nikki Sixx (Mötley Crüe)
En los 80, el glam metal y el thrash eran como aceite y agua, y Nikki Sixx, bajista de Mötley Crüe, no escondía su desprecio por Metallica. En una entrevista de 1987 para Rock Scene, citada más tarde en The Dirt (HarperCollins, 2001, p. 194), Sixx llamó a Metallica «una banda de mierda» y dijo que su sonido «no iba a durar». Era la época en que el L.A. de las melenas reinaba y el thrash de San Francisco parecía una amenaza desaliñada. Sixx apostaba por el brillo de su escena, pero el tiempo le dio la vuelta al marcador: Metallica sobrevivió mientras Mötley Crüe peleaba por adaptarse a los 90.
2. Dave Mustaine (Megadeth)
La saga de Dave Mustaine con Metallica es un clásico del metal. Despedido en 1983 antes de Kill ‘Em All, Mustaine ha dejado caer críticas durante años. En una entrevista con Metal Hammer en julio de 2004, afirmó que «The Four Horsemen» nació de un riff suyo, algo que Metallica reconoce parcialmente al darle crédito como coautor. También apuntó a su giro comercial: en 2011, hablando con Loudwire (10 de noviembre), dijo que el Black Album era «un disco para las masas, no para los fans del thrash». Aunque tocaron juntos en el 30 aniversario de Metallica en 2011, sus comentarios destilan una mezcla de orgullo herido y rivalidad creativa.
3. Kerry King (Slayer)
Kerry King, el pilar de Slayer, ha sido claro sobre su desdén por la etapa más accesible de Metallica. En una entrevista con Revolver en octubre de 2006, dijo que Load (1996) y Reload (1997) «no eran metal para mí, eran otra cosa». King, cuya banda mantuvo el thrash sin concesiones, veía esos discos como una salida de la esencia del género. No era solo una opinión pasajera: en 2014, hablando con Ultimate Guitar (18 de junio), volvió a cuestionar St. Anger por su batería cruda y su producción. A pesar de compartir escenario en los «Big Four» de 2010, King nunca compró el boleto del cambio de Metallica.
4. Axl Rose (Guns N’ Roses)
El roce entre Axl Rose y Metallica explotó en vivo, no en palabras grabadas. El 8 de agosto de 1992, en Montreal, James Hetfield sufrió quemaduras por pirotecnia durante un show conjunto con Guns N’ Roses. Metallica cortó su set, y Rose, al frente de GNR, terminó abandonando el escenario tras un show breve, desatando disturbios. Según testigos citados en Watch You Bleed: The Saga of Guns N’ Roses (Gotham Books, 2008, p. 356), Axl llamó a Metallica «arrogantes» tras bambalinas, frustrado por la presión y la logística del tour. No fue una crítica musical, sino un choque de egos en un momento de caos.
5. Maynard James Keenan (Tool)
Maynard James Keenan apuntó a Metallica por su demanda contra Napster en 2000, un episodio que dividió aguas. En una entrevista con Kerrang! en mayo de 2001, Keenan dijo: «Si tanto les importa el dinero, que vendan merchandising y dejen de quejarse». Para él, la cruzada legal de Metallica —que pedía millones por violaciones de derechos— chocaba con su propia visión de la música como algo más allá del negocio. No era un ataque a sus discos, sino una pulla a su postura en un debate que marcó el fin de una era para la industria.