5 discos de metal que terminaron siendo decepcionantes

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Cuando una banda de metal con una trayectoria consolidada anuncia un nuevo disco, las expectativas suelen estar por las nubes. La industria ha demostrado que las largas pausas entre álbumes, el regreso de miembros icónicos o el anuncio de una «nueva dirección sonora» pueden generar entusiasmo y especulación entre los seguidores. Sin embargo, no siempre el resultado está a la altura del impulso mediático que antecede al lanzamiento. Algunas producciones llegan con promesas de innovación o un regreso a las raíces, pero terminan dejando una sensación de desconexión entre lo que se esperaba y lo que realmente se entregó.

A lo largo de los años, han existido discos que, ya sea por cambios de sonido inesperados, decisiones de producción cuestionables o simplemente por no ofrecer composiciones memorables, han generado reacciones divididas o directamente negativas. En esta lista, exploramos cinco álbumes que causaron gran expectación pero que, por diversas razones, no lograron satisfacer a una parte importante del público y la crítica.

  1. Metallica – 72 Seasons (2023)

Metallica, la banda de thrash metal más influyente de la historia, tiene un historial de discos polarizantes. 72 Seasons, su más reciente entrega, llegó con la promesa de reflejar la evolución de la banda sin dejar de lado la energía de sus primeros años. Sin embargo, tras su lanzamiento, una parte de la audiencia lo percibió como un trabajo extenso, con canciones que, a pesar de su producción impecable, no lograban sostener el interés a lo largo de los más de 77 minutos de duración.

Si bien temas como «Lux Æterna» intentaron recuperar el espíritu veloz de la banda, el álbum en general fue criticado por estructuras predecibles y pasajes demasiado prolongados. La crítica de Pitchfork mencionó que «parece un disco de una banda que ya no tiene nada que probar, pero tampoco algo nuevo que ofrecer» (Pitchfork, 2023). Con esto, 72 Seasons se suma a la lista de los discos de Metallica que generaron grandes expectativas pero no lograron convencer a todos.

  1. Slayer – Diabolus in Musica (1998)

Slayer es sinónimo de velocidad y agresión. Sin embargo, en 1998 tomaron una ruta diferente con Diabolus in Musica, un álbum que adoptó elementos del groove metal y del nü-metal, géneros que en ese momento dominaban la escena. Aunque algunos riffs pesados seguían presentes, el enfoque rítmico y la producción más densa hicieron que el disco se percibiera como un alejamiento de la identidad clásica de la banda.

El cambio no pasó desapercibido, y aunque canciones como «Bitter Peace» y «Stain of Mind» tienen cierta potencia, la reacción de los seguidores fue dispar. Kerry King, guitarrista de la banda, reconoció en varias entrevistas que no era su disco favorito y que la influencia del nü-metal no fue bien recibida. A pesar de ello, el álbum marcó una etapa de experimentación que la banda abandonaría en lanzamientos posteriores.

  1. Morbid Angel – Illud Divinum Insanus (2011)

Dentro del death metal, pocos lanzamientos han causado tanta sorpresa como Illud Divinum Insanus. Morbid Angel, pioneros del género, habían pasado 16 años sin grabar un álbum con David Vincent como vocalista, y su regreso era un evento esperado por los seguidores de su época dorada. Sin embargo, en lugar de un trabajo que siguiera la línea de Altars of Madness o Covenant, la banda incorporó influencias industriales y electrónicas que rompieron con la estética sonora esperada.

Canciones como «Too Extreme!» y «Radikult» fueron objeto de críticas inmediatas, mientras que medios como Metal Injection lo calificaron como «uno de los giros más desconcertantes en la historia del death metal» (Metal Injection, 2011). Si bien algunos defendieron el intento de innovar, la recepción mayoritaria fue negativa, y el álbum terminó convirtiéndose en un punto de referencia sobre cómo los cambios de dirección pueden alienar a una base de fans establecida.

  1. Iron Maiden – The Final Frontier (2010)

Iron Maiden ha construido una carrera con discos que han evolucionado gradualmente en sonido y composición. The Final Frontier llegó con un concepto futurista y una de las producciones más elaboradas de la banda, pero su ejecución dejó opiniones divididas. Con una duración de más de 75 minutos y una orientación más progresiva, el disco priorizó estructuras largas y desarrollos extensos que, en comparación con trabajos previos, no lograron el mismo impacto.

Canciones como «El Dorado» intentaron recuperar la esencia clásica de la banda, pero la producción y la mezcla hicieron que el álbum sonara menos dinámico. Classic Rock Magazine comentó que «es un disco que desafía la paciencia, más que la emoción» (Classic Rock, 2010). Aunque Maiden ha seguido explorando el lado progresivo en álbumes posteriores, The Final Frontier no consiguió la misma resonancia que otros lanzamientos de la era moderna de la banda.

  1. Metallica – St. Anger (2003)

Metallica aparece nuevamente en la lista con St. Anger, uno de los discos más discutidos de la historia del metal. Tras un período complicado marcado por la salida de Jason Newsted y conflictos internos documentados en Some Kind of Monster, la banda decidió lanzar un álbum sin solos de guitarra y con un sonido crudo que distaba de sus producciones anteriores.

El disco fue recibido con una mezcla de curiosidad y rechazo, especialmente por el tono de batería utilizado por Lars Ulrich, que se convirtió en un punto de controversia inmediata. Aunque algunos temas como «Frantic» y «Some Kind of Monster» contenían energía, la falta de dinámica y la repetición de ideas hicieron que el álbum no tuviera la misma permanencia que otros en su catálogo. A pesar de las críticas, Metallica ha defendido el disco como una representación honesta de su estado en ese momento, aunque rara vez han tocado en vivo canciones de ese material en años recientes.

Conclusión

El metal, como cualquier género, está en constante evolución, y cada banda busca maneras de reinventarse o mantenerse relevante con el tiempo. Sin embargo, no todas las decisiones creativas logran el efecto deseado, y estos cinco discos son ejemplo de cómo las expectativas pueden chocar con la realidad. Aunque ninguno de ellos puede considerarse un fracaso absoluto, sí demuestran que el camino de la experimentación, la producción y la ejecución puede generar resultados que no siempre coinciden con lo que los seguidores esperan.