5 discos clásicos del metal que no conoces para disfrutar el fin de semana

metaleros

A lo largo de la historia del metal, ciertos álbumes han definido el rumbo de sus respectivos géneros, consolidándose como referencias ineludibles. Sin embargo, otros discos, a pesar de su importancia, han permanecido en un segundo plano, fuera del radar de muchos oyentes. No se trata de material oscuro o difícil de encontrar, sino de lanzamientos que, por diversas razones, no lograron la misma proyección que otras producciones de su época.

Explorar estos discos es adentrarse en sonidos que marcaron tendencias sin recibir el reconocimiento masivo que merecían. Desde la agresividad primitiva del death/thrash hasta atmósferas ritualistas dentro del black metal, cada uno de estos álbumes representa un punto clave en la evolución de la música extrema. Este recorrido no busca rescatar piezas olvidadas por el simple hecho de hacerlo, sino destacar trabajos que ofrecen una experiencia auditiva valiosa y distinta.

Discos

  1. Merciless – The Awakening (1990)

El death/thrash sueco tuvo una escena vibrante en los años 80 y principios de los 90, pero pocas bandas lograron capturar la brutalidad y velocidad de manera tan efectiva como Merciless en su debut. The Awakening fue el primer lanzamiento de Deathlike Silence Productions, el sello fundado por Euronymous de Mayhem, y su sonido refleja la crudeza de una época en la que el metal extremo aún estaba en construcción.

Si bien bandas como Slayer y Kreator sentaron las bases del thrash más agresivo, Merciless llevó esa intensidad un paso más allá, incorporando elementos del primer death metal con una producción minimalista y un enfoque sin concesiones. Su influencia es innegable en muchas bandas de la escena sueca posterior, aunque su nombre no alcanzó la misma difusión.

  1. Master’s Hammer – Ritual (1991)

El black metal se consolidó como un género con identidad propia a principios de los 90, pero más allá de Noruega, otros países desarrollaban sus propias variantes. Desde República Checa, Master’s Hammer lanzó Ritual, un álbum que se aleja del sonido convencional del black metal de la época y apuesta por una composición más teatral, con letras en su idioma natal y arreglos que evocan un misticismo singular.

A diferencia de sus contemporáneos escandinavos, la banda incorporó influencias de la música clásica y elementos experimentales que lo acercan más a una obra conceptual que a un álbum de metal tradicional. Su importancia radica en haber expandido las posibilidades sonoras del género sin depender del modelo que posteriormente se convertiría en la norma dentro del black metal.

  1. Paraxism – Selected Works (1997)

El death metal melódico alcanzó su auge en la década de los 90 con bandas suecas como At the Gates y Dark Tranquillity, pero en Finlandia también se desarrollaron proyectos con un enfoque similar. Paraxism es un nombre que rara vez aparece en conversaciones sobre el género, a pesar de que su EP Selected Works muestra un dominio técnico y compositivo al nivel de cualquier exponente reconocido.

Sus estructuras combinan la agresividad del death metal con melodías complejas que, en lugar de suavizar la propuesta, aportan una dimensión adicional a su sonido. No llegaron a grabar un álbum completo, pero este trabajo es una muestra de cómo la escena finlandesa tenía propuestas innovadoras que no siempre lograron la misma notoriedad que sus equivalentes suecos.

  1. Angelcorpse – Exterminate (1998)

El death metal de finales de los 90 tuvo un desarrollo paralelo en distintas partes del mundo, con algunas bandas adoptando un sonido más técnico mientras otras optaban por la velocidad y el caos absoluto. Angelcorpse pertenece a esta segunda categoría, y su álbum Exterminate es una de las mejores representaciones de un estilo que lleva la agresión al extremo.

Inspirados en la ferocidad de Morbid Angel, pero con una ejecución aún más implacable, el dúo conformado por Gene Palubicki y Pete Helmkamp logró capturar la esencia del death metal más despiadado. Las composiciones están diseñadas para ser directas y destructivas, sin pausas ni adornos innecesarios. A pesar de su impacto en el underground, su reconocimiento nunca alcanzó el nivel de otros exponentes del género.

  1. Negative Plane – Et In Saecula Saeculorum (2006)

Dentro del black metal, la experimentación ha sido un factor clave en su evolución, y Negative Plane es una de las bandas que mejor ha sabido fusionar influencias antiguas con una visión propia. Et In Saecula Saeculorum es un álbum que retoma elementos de Celtic Frost y Mercyful Fate, pero los lleva a un territorio más denso y ritualístico, con riffs hipnóticos y una producción que refuerza la sensación de un viaje oscuro y opresivo.

Lejos de seguir la estética del black metal moderno, este disco se sumerge en una atmósfera que recuerda a grabaciones de los años 80, pero con un sentido narrativo que lo distingue. Es un trabajo que no encaja del todo en ninguna categoría específica, y quizás por eso no ha tenido la misma difusión que otros lanzamientos del género.

Conclusión

Estos cinco discos reflejan distintos enfoques dentro del metal extremo y muestran cómo la innovación no siempre se traduce en reconocimiento inmediato. Algunos fueron influencias directas en escenas posteriores, mientras que otros permanecen como tesoros escondidos que pocos han explorado. En cualquier caso, escuchar estas producciones es una oportunidad para ampliar la percepción sobre la evolución del metal y descubrir matices que, en muchos casos, han pasado desapercibidos.

Comparte lo que descubriste en Pongara News