5 bandas doom metal de España que son una joya

En un rincón de España, donde el aire carga aromas de sal y asfalto recalentado, el Doom Metal encuentra su propia voz. No es mera imitación de las escenas clásicas del norte de Europa; aquí, las bandas toman esos acordes graves y los moldean con texturas que saben a sol y sombra, a historias locales que resuenan en cada nota. Las cinco que siguen no son un capricho ni un listado al azar: son proyectos con raíces sólidas, discos que circulan entre quienes saben y un enfoque que las hace dignas de explorar por cualquiera que busque algo más que riffs lentos.

Orthodox

Sevilla no solo huele a azahar y sudor; también es el caldo de cultivo de Orthodox, un trío que desde 2006 ha estado jugando con las reglas del Doom Metal como quien mezcla alquimia en un sótano húmedo. Su primer disco, Gran Poder, no se conforma con apilar riffs lentos; los salpica con experimentación, jazz y hasta un guiño al flamenco que no suena forzado. Escucharlos es como caminar por un ritual donde el peso de cada nota se siente en los huesos, y por eso se ganan un sitio aquí: no repiten fórmulas, las deshacen y las vuelven a armar.

Evadne

En Valencia, donde el Mediterráneo lame la costa, Evadne lleva desde 2003 tejiendo un Doom/Death que respira tristeza sin caer en el melodrama fácil. Su música, como se escucha en The Shortest Way o A Mother Named Death, tiene esa cualidad de envolver al oyente en capas de melancolía que no necesitan gritar para hacerse notar. Los elijo porque logran que el peso emocional del género dialogue con melodías que se quedan rondando, algo que no cualquiera consigue sin tropezar en el intento.

Helevorn

Desde Palma de Mallorca, Helevorn lleva el Doom a un terreno donde las olas del mar parecen dictar el ritmo. Activos desde 1999, sus discos como Compassion Forlorn o Aamamata —este último inspirado en tragedias mallorquinas— tejen atmósferas que mezclan lo gótico con lo melódico sin perder el pulso lento del género. Están aquí porque transforman el aislamiento insular en un sonido que respira por sí mismo, algo que da al Doom un sabor distinto.

Procession

Aunque sus fundadores son chilenos, Procession echó raíces en Barcelona durante años clave, y eso los ata a la escena española. Desde 2006, su Doom tradicional, con discos como To Reap Heavens Apart, bebe de los gigantes como Candlemass, pero con un toque épico que no se siente reciclado. Los incluyo porque traen una visión clásica que, desde suelo español, dialoga con el pasado del género sin quedarse atrapado en él.

Obsidian Kingdom

Barcelona también da cobijo a Obsidian Kingdom, un proyecto que desde 2005 usa el Doom como lienzo para pintar fuera de los bordes. Mantiis y A Year With No Summer no son discos para puristas; aquí el género se cruza con lo progresivo y lo experimental en un flujo que desafía etiquetas. Están en esta lista porque abren puertas, demostrando que el Doom puede ser un punto de partida y no solo un destino.

Estas cinco bandas son prueba de que el Doom Metal en España no se queda en las sombras de otros países. Cada una aporta algo que vale la pena desentrañar, ya sea por su manera de retorcer el género o por cómo lo anclan a un lugar y un momento. Si te cruzas con sus discos, dale al play: no te van a soltar fácil.