El estándar actual de los sistemas operativos gira principalmente en torno a Windows 11. Pero esta implementación requiere ciertos costes asociados: procesadores de última generación y una memoria RAM suficiente para ejecutarlo. Aun así, existen sistemas operativos que parecen vivir en el pasado, pero que en su mercado alternativo, funcionan a la perfección.
Hablamos de proyectos de código abierto, experimentos universitarios o bifurcaciones de un software retro que siguen funcionando perfectamente en pleno 2025. El primero de ellos es Damn Small Linux, un SO que cabe incluso en un CD de 700 MB, cada de arrancar en procesadores Pentium de hace 20 años.
Por otro lado, tenemos a MenuetOS, un sistema que está completamente desarrollado en ensamblador, y que solo ocupa 1,44 MB. Por último, contamos con KolibriOS, de origen soviético, que también se enfoca en un minimalismo absoluto. Estos sistemas, que parecen sacados del más puro estilo analógico de los 90 y cuentas con interfaces opuestas a lo que usualmente conocemos, no necesitan gigabytes de capacidad ni procesadores potentes. Así que vamos a ver cómo es este tipo de tecnología que parece congelada en el tiempo y por qué son piezas de orfebrería para muchos usuarios del software alternativo.
Damn Small Linux
DSL nació como un experimento en los años 2000. Originalmente, estuvo basado en Knoppix mini, contando con navegador, editor de texto, reproductores multimedia y utilidades completas, pero de tamaño muy reducido.
Con su última versión, de 2024, sus funciones han evolucionado notablemente. Ahora utiliza Debian 12 y antiX como base, tiene un peso de tan solo 700 MB e incluye kernel 5.10 y dos sistemas de escritorio: Fluxbox y JWM. Sus requisitos mínimos parecen sacados de un manual de eficiencia absoluta:
- 128 MB de RAM (512 recomendados)
- Procesadores Pentium I o Intel 80486. Que datan de finales del siglo XX.

Es una herramienta perfecta para PCs que acumulan polvo en nuestras casas a causa de la falta de potencia y el paso del tiempo.
MenuetOS
Un producto del que podría decirse que es pura «arqueología informática». Fue desarrollado completamente en ensamblador x86 por Ville Mikael Turjanmaa. Este sistema operativo tiene un peso que sorprende a todos los usuarios que lo conocen: tan solo pesa 1,44 MB. Pero a pesar de su tamaño molecular, cuenta con GUI gráfica y soporta hasta resoluciones de 1280×1024 con 16 millones de colores.

Cuenta con un entorno de desarrollo integrado para programación, soporte TCP/IP, servidores FTP/HTTP funcionales e incluso con su propio servidor MP3 para escuchar música. Aun así, todo nació como un ejercicio académico universitario: el de demostrar que se puede crear un sistema operativo funcional con requisitos mínimos sin cuestiones innecesarias. MenuetOS cuenta con una versión de 32 bits completamente de código abierto bajo licencia GPL, y con una versión de 64 bits freeware. Pero su propósito original, y que se mantiene a día de hoy, es totalmente educativo: enseñar a usuarios a programar en x86.
KolibriOS
KolibriOS es un fork derivado precisamente del propio MenuetOS, y fue creado en 2004 por programadores ex-soviéticos que fueron capaz de insuflarle una identidad propia. Al igual que el original, también está escrito al completo sobre un ensamblador y permite el desarrollo de varios lenguajes de programación: C, C++, Free Pascal y Forth.

Su filosofía sigue manteniéndose en la de eficiencia y minimalismo al extremo. Aun así, incorporó un mejor ecosistema de apps y herramientas de desarrollo. A día de hoy, sigue manteniendo una comunidad activa que lanza actualizaciones periódicas para mejora gráficas, parches de seguridad y compatibilidad con nuevo software. Además, es funcional en máquinas virtuales QEMU. Por lo que podemos probar un sistema retro sin hacer uso de hardware antiguo. Al ser de código abierto, su código es totalmente revisable y su licencia es permisiva, lo que da pie a nuevas variantes creadas por usuarios expertos.
