Cuando Metallica lanzó Enter Sandman en 1991 como el sencillo principal de su álbum homónimo, pocos imaginaron que su riff se convertiría en una de las frases musicales más reconocibles del metal. Su estructura directa, la cadencia de su batería y su estribillo pegajoso la han convertido en una de las canciones más versionadas del género. Sin embargo, no todas las reinterpretaciones son meros ejercicios de imitación; algunas logran reformular la canción sin perder su esencia, explorando territorios inesperados. Aquí van tres ejemplos que se alejan del tributo convencional.
1. Ghost – Versión con atmósfera y dramatismo
Ghost ha demostrado en más de una ocasión su capacidad para reimaginar clásicos con su estética teatral y sonido melódico. En The Metallica Blacklist (2021), la banda sueca entregó una versión de Enter Sandman que conserva la estructura base, pero con arreglos más etéreos y una interpretación vocal contenida y melancólica de Tobias Forge. La instrumentación enfatiza los sintetizadores y un ritmo más pausado, dándole un matiz cinematográfico. No es un simple tributo, sino una reelaboración con una identidad bien definida.
2. Motörhead – Crudeza y actitud rockera
Lemmy Kilmister y compañía reinterpretaron Enter Sandman con el enfoque directo y sin concesiones que caracterizaba a Motörhead. La versión, incluida en el álbum tributo Metallic Attack: The Ultimate Tribute (2004), acelera ligeramente el tempo y le da un sonido más crudo y sucio, con la voz rasposa de Lemmy convirtiendo la letra en una amenaza más tangible. La sección rítmica es más salvaje, y el solo de guitarra adopta un tono más agresivo y menos melódico. No hay adornos ni grandes cambios, solo pura energía rockera.
3. Pat Boone – El swing inesperado
A veces, la mejor forma de reinterpretar un clásico es alejándose completamente de su origen. Pat Boone, un veterano del rock & roll de los años 50, lo hizo en su álbum In a Metal Mood: No More Mr. Nice Guy (1997). Su versión de Enter Sandman es una pieza de swing con arreglos de big band, metales brillantes y una interpretación vocal relajada. Puede parecer un contraste absurdo, pero la ejecución es impecable y demuestra cómo una composición puede trascender géneros cuando se aborda con creatividad. Lo que en Metallica era una canción de pesadilla infantil convertida en un himno del heavy metal, aquí se vuelve una pieza de lounge con un aire de sofisticación inesperada.
Un riff, múltiples dimensiones
Cada uno de estos covers demuestra que Enter Sandman puede adaptarse a registros completamente distintos sin perder su impacto. Desde la oscuridad melódica de Ghost hasta la crudeza rockera de Motörhead y la reinterpretación jazzística de Pat Boone, la canción sigue generando nuevas versiones sin que su riff inicial pierda fuerza. Más que un himno de una era, Enter Sandman se ha convertido en una plataforma para la experimentación y el cruce de géneros, algo que pocas canciones logran con tanta naturalidad.