12 álbumes para resignificar 2024 (más un bonus)

12 albumes para resignificar 2024 mas un bonus

Todo acto clasificatorio trae consigo polémica, ya que se trata de un juicio de valor… ello es innegable, pero no hay tenerle miedo. Aunque resulta más interesante el ejercicio de la memoria y atribuirle a las obras su justo  valor para reinterpretar o resignificar al año en que aparecieron. Vivimos a un ritmo tan acelerado que pareciera que todo es efímero y desechable… por eso es importante regresar a las cosas de verdadera perdurabilidad -sobre todo en el arte-. Tomemos en cuenta que soplan intensos vientos libertarios y capacidad de riesgo y ello se percibe tanto en veteranos como en talento emergente.

Resignificar tiene más posibilidades y calado que el hecho de señalar simplemente que se trata de una grupo de discos completamente sobresalientes de este 2024. ¿Serán acaso los mejores? Habrá -espero- quien concuerde, otros dirán que faltan, pero no pasa nada, con que este compilado sea completamente virtuoso vamos por buen camino y ofrece mucho y bueno por escuchar.

Beth Gibbons

Lives outgrown

Domino

En 2024 encontramos a la voz de Portishead como solista y “flotando en ese instante que nadie sabe cuánto va a durar y en el que nadie se puede quedar”. Más de una década se tardó en concretar un proyecto que ahora se centra en el paso del tiempo -sobre el mundo y sobre ella misma (“Oceans” está dedicada a la menopausia). Junto al productor James Ford, confeccionó un álbum de 10 canciones muy sólidas, profundas e intensas a las que sólo se puede calificar como de “música”. El tono pastoral permea de principio a fin y le permite interpretar con esa elegante sobriedad que le caracteriza y le lleva a conmover al escucha. He aquí una evidencia de que existe un arte musical que se enfoca en impactar en la existencia de todos los que se abren ante él.

Charli xcx

Brat

Atlantic

Alguien que es capaz de llamar a una canción“I might say something stupid” y soltar: “soy famosa, pero no lo bastante” muestra gran ironía y sentido del humor, algo que le sobra a Charlotte Emma Aitchison, además de una gran intuición para entender al pop contemporáneo y nutrirlo de dance, hip-hop y lo que haga falta. Charli saca el máximo rédito de ser maleable y mutante, estira la franja entre el under y el mainstream, hasta darse el lujo de retorcer y remezclar la versión origina del álbum. A la vez se ha asomado a lo que hacía el sello Ministry of Sound en los dosmiles y hasta sonar algo electroclash. Aportaciones de amigos y colegas como AG Cook, Hudson Mohawke y SOPHIE resaltan esta ensalada posmoderna.

Nick Cave

Wild god

Bad Seed Ltd / Play It Again Sam

Tras una seguidilla de discos marcados por la muerte de su hijo Arthur, Nick ha revertido la polaridad y compuesto 10 canciones con otro tipo de energía. Sigue aferrado a las poderosas imágenes que le proporciona la religión -especialmente la Biblia- y que aquí se conjugan con melodías esplendentes y coros. En estado de gracia junto a Warren Ellis y los Bad Seeds, aquí muestra a un Dios que sufre y se acongoja ante la falta de fe. Se mantienen las presencias fantasmales en los temas, pero, en cuanto a técnica, también puede recurrir al Autotune con tino. Hay un track dedicado a su ex pareja -también fallecida- Anita Lane, mientras que en “Joy” llega a una puntual conclusión: “Ya hemos tenido pena suficiente, ahora es el momento de la felicidad”.

Adrianne Lenker

Bright future

4AD

De lo profundo de un bosque, donde instaló un estudio análogo, y apenas en unos cuantos días, surgió este disco solista de quien también es miembro de la banda Big Thief. Se trata de un conjunto casi acústico de canciones que oscilan entre el folk y el country sublimando la belleza que surge de la contención y la austeridad. El álbum es una especie de evocación de la infancia de la compositora en algunos momentos y que muestra una versión desnuda de uno de los temas más logrados de su grupo: “Vampire Empire”. Por si fuera poco, una de sus mejores canciones resume esta incursión: “Sadness As A Gift”.

Billie Eilish

Hit me hard and soft

Darkroom / Interscope

Siendo una popstar de fama global hay que reconocer el valor de la norteamericana para hacer de su tercer álbum la obra en la que da cuenta explícitamente de su sexualidad queer -sobre todo en “Lunch”-. Aquí no hay concesiones corporativas, Billie y Finneas saben muy bien hacia donde llevar su música y así dan con piezas tan estupendas como “Birds Of A Feather” y “Chihiro”; saben como pasar de una balada al pop electrónico con soltura y en todo momento plasmar una total honestidad. ¡Impecable!

Ezra Collective

Dance, no one’s watching

Partisan Records

Se trata de la agrupación que está oxigenando al jazz contemporáneo y desatándolo de algunas amarras que hacían de lastre. El combo londinense no sólo aprovecha sus raíces africanas, sino que esta vez mira también hacia Latinoamérica y coquetea con el R&B. A la postre, logran un sonido cosmopolita que vierten en 19 piezas igual de lustrosas e inspiradas. “Ajala” es un portento de composición que con el paso del tiempo no hará sino ir haciéndose más grande e influyente. No les bastó tener en su haber un Mercury Prize, para ellos el cielo es el límite.

Mdou Moctar

Funeral for justice

Matador Records

Cada vez más, el pueblo nómada Tuareg sufre vejaciones en África del norte, por lo que este extraordinario guitarrista radicado en Níger emprendió el viaje musical queriendo visibilizar el problema. En el camino ha impresionado a medio mundo con ese blues desértico e hipnótico que aquí cobra una potencia inusitada y se torna más rock. No pierde jamás su sonoridad de origen, al tiempo que nos recuerda  esa faceta hipnótica y ritual que posee esta forma de arte. Han logrado fundir el legado de Hendrix con la furia de Jane´s Adicction y mostrar todas las posibilidades expresivas del idioma tamasheq; al día de hoy son una banda poderosa.

Kendrick Lamar

GNX

pgLang / Interscope

Es la obra más corta y accesible de la carrera del rapero californiano, pero ello le basta para afirmarse en el Olimpo del hip-hop. Se deja ir con un álbum que es todo un homenaje a Los Ángeles y es por ello que incluso caben intro de ranchera y el apoyo de mucho talento emergente local. Hay que resaltar la contundencia de “Reincarnated” que no sólo incluye un sampleo de Tupac, sino que termina siendo una reflexión metafísica. Habrá quien lo tome como una transición rumbo a otro disco más denso,pero la verdad es que saca el mayor rédito de la ligereza y la fluidez.

The Smile

Cutouts

XL Recordings

Se trata de un hermano casi gemelo de Wall Of Eyes -también de este mismo año- y que quizá se tendrían que ponderar juntos, pero el asunto es que Thom Yorke,Johnny Greenwood y Tom Skinner no paran de probar cosas nuevas y en esos pequeños detalles radica la magia. He aquí una decena de canciones de alta variación rítmica y estados de tensión. “Zero Sum”, “Colours Fly” y “Don´t Get Me Started” abogan por la libertad estilística y la eclosión de los géneros. ¡Total plenitud creativo!

Beyoncé

Cowboy carter

Columbia Records

No es posible dejar de lado a un álbum que tiene notables implicaciones socio-culturales, dado que ha expuesto lo cerrado que puede ser el mundo del country y escatimarle méritos a un mujer negra. Se trata de la segunda parte de lo que será una trilogía y una obra muy ambiciosa conformada por 27 canciones e invitados de gran calado como Dolly Parton y Willy Nelson -Post Malone queda como una anécdota-. Se trata de  un rompecabezas muy bien armado que nació de ir componiendo mientras veía películas de corte campirano. Al final, llegamos a una conclusión importante: el country no es música sólo de blancos… vaya, el banjo procede de África.

Been Stellar

Scream from New York, NY

Dirty Hit

¡La gran sorpresa no sólo de este recuento, sino del año entero! La urbe de hierro nos entrega a una novel banda que reivindica completamente al rock más guitarrero y todo su poderío. Poseen a una chica baterista que lo hace maravillosamente y ello contribuye a que tomen distancia de ser un hype efímero. Una decena de canciones llenas de nervio y garra, entre la que brillan “Start Again” y “Passing Judment”. Toda esa tradición rockera neoyorquina se desparrama con extrema vitalidad de principio a fin.

Jamie XX

In waves

Young

La música electrónica orientada a la pista de baile también puede alcanzar cotas muy altas de calidad y profundidad conceptual y el miembro de The xx es una prueba contundente. Todo un tratado de la cultura del sampleo y con la presencia de invitados de lujos como Robyn y Honey Dijon. Habrá que darle la importancia debida a “All You Children” hecha con The Avalanches y que incluye un spoken word de 1976 llamado  Dance Poem de Nikki Giovanni, además de “Dafodil” con la presencia de  Panda Bear de Animal Collective. Secuencias y metales que se prodigan hasta el embeleso.

Mención Especial:

The Cure

Songs of the lost world

Polydor

Tras 16 años sin un álbum en regla y con un sitio ya ganado a pulso en la historia de la música, Robert Smith y compañía no tienen porque probar nada a nadie y es plausible que se volcaran sobre un disco oscuro, rugoso y que llega a rozar lo industrial, sin que por ello el trabajo melódico pierda relevancia. Apenas con 8 canciones dan testimonio de su grandeza, mientras que su líder especula sobre el inexorable paso del tiempo y la cercanía de la muerte -la ajena y la propia-; tener 65 años no es cualquier cosa y además ha pasado por experiencias difíciles recientemente. Regresaron para explorar su esencia musical y ello implicó también lidiar con algo de nostalgia. He aquí una obra muy sólida y congruente.

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