El glam metal no fue solo un subgénero del rock que dominó los 80 y principios de los 90; fue un fenómeno que mezcló guitarras afiladas, estribillos que se te pegaban como chicle al zapato y una estética que llevaba el exceso al límite. Nacido en los bares de Sunset Strip en Los Ángeles, este estilo tomó el ADN del hard rock, lo bañó en laca y lo lanzó a las masas con videoclips en MTV que parecían fiestas interminables. Las canciones que definieron esta era no solo llenaron arenas; se convirtieron en símbolos de una generación que vivía rápido y gritaba más alto. A continuación, desglosamos diez temas que trascendieron el momento y se incrustaron en el concreto de la historia del metal, sin necesidad de adornos vacíos ni exageraciones.
1. «Sweet Child O’ Mine» – Guns N’ Roses (1987)
Arrancando con un riff que suena como un cuchillo cortando el aire, este tema salió de Appetite for Destruction y puso a Guns N’ Roses en el mapa. No es solo la guitarra de Slash; es la manera en que Axl Rose pasa de un lamento a un alarido sin despeinarse. Grabada en una toma casi improvisada, según cuenta el ingeniero Mike Clink en entrevistas de archivo, la canción captura un instante de magia cruda que sigue resonando décadas después.
2. «Pour Some Sugar on Me» – Def Leppard (1987)
De Hysteria, este track es un puñetazo de ritmo y ganchos vocales que te obligan a moverte. La banda pasó meses puliendo cada capa de sonido en el estudio con el productor Mutt Lange, según registros de la época, y el resultado fue una máquina de fiesta que llevó el glam metal a las radios pop sin pedir permiso. Es azúcar puro, pero con filo.
3. «Livin’ on a Prayer» – Bon Jovi (1986)
En Slippery When Wet, Jon Bon Jovi y Richie Sambora construyeron una historia de obreros soñadores sobre un bajo pulsante y un coro que suena a himno de estadio. El efecto “talk box” en la guitarra, cortesía de Sambora, le dio un giro distintivo. Vendió millones y todavía hace que la gente cante como si el mundo se acabara mañana.
4. «Here I Go Again» – Whitesnake (1987)
Originalmente lanzada en 1982, esta canción renació en el álbum Whitesnake con una producción más musculosa y un video protagonizado por Tawny Kitaen que MTV no dejaba de repetir. David Coverdale la escribió tras un divorcio, según contó en una entrevista con Classic Rock en 2007, y su tono de resurgimiento conectó con cualquiera que necesitara un empujón para seguir adelante.
5. «Dr. Feelgood» – Mötley Crüe (1989)
El tema titular de su disco más pulido marcó el pico creativo de Mötley Crüe. Con Bob Rock detrás de los controles, según detalla el libro The Dirt, la banda dejó atrás el caos y entregó un riff pesado y una letra que destila calle. Es el sonido de una banda que sabía que estaba en la cima, justo antes de que el grunge cambiara las reglas.
6. «Cherry Pie» – Warrant (1990)
Escrita en 15 minutos en una servilleta, según confesó Jani Lane en una charla con VH1, esta canción es un coctel de doble sentido y diversión descarada. Salió en Cherry Pie y, aunque llegó tarde a la fiesta del glam, su video y su estribillo la convirtieron en un ícono que sigue sonando en bares de carretera.
7. «Every Rose Has Its Thorn» – Poison (1988)
Bret Michaels compuso esta balada en una lavandería después de una ruptura, según relató en su autobiografía Roses & Thorns. Parte de Open Up and Say… Ahh!, el tema usa acordes simples y una voz honesta para conectar directo con el pecho. Fue un éxito masivo que mostró que el glam también podía bajar las revoluciones sin perder fuerza.
8. «Round and Round» – Ratt (1984)
De Out of the Cellar, este track tiene un riff que te agarra del cuello y no te suelta. Stephen Pearcy canta con un desprecio que encaja perfecto con el ambiente de Los Ángeles en los 80. Milton Berle, tío del manager de la banda, aparece en el video, dándole un toque surrealista que MTV devoró.
9. «Youth Gone Wild» – Skid Row (1989)
El debut de Skid Row llegó con este grito de guerra que mezcla rebeldía adolescente y un solo de guitarra cortante de Dave “Snake” Sabo. Sebastian Bach lo lleva al límite vocalmente, y el resultado es un tema que suena tan urgente hoy como en 1989. Es el himno de los que nunca se rindieron.
10. «Nothin’ But a Good Time» – Poison (1988)
También de Open Up and Say… Ahh!, esta canción es un manifiesto de vivir el momento. Con un ritmo que te empuja a la pista y coros que invitan a cantar en grupo, Poison destiló aquí la esencia del glam metal: pasarla bien, sin complicaciones. Sigue siendo el fondo perfecto para cualquier noche que valga la pena recordar.
Estas diez canciones no solo sobrevivieron a los 80; definieron una era y se quedaron como estandartes de un movimiento que, con todos sus excesos, sabía cómo hacerte sentir vivo. Si quieres datos duros, revisa las listas de Billboard de la época o los archivos de ventas de la RIAA. Los números no mienten, y estas pistas los tienen de sobra.