10 bandas que le encantan a cualquier metalero

Black Sabbath

El metal no es solo un género musical; es una red de sonidos, actitudes y lealtades que conecta a quienes lo viven. Definir qué bandas despiertan devoción unánime entre los metaleros no es tarea sencilla: el gusto varía entre los que prefieren el rugido del thrash, la oscuridad del black o la lentitud del doom. Sin embargo, ciertas agrupaciones logran algo raro: cruzar fronteras de subgéneros y ganarse el respeto de casi todos. Este artículo reúne a diez de ellas, seleccionadas no por capricho, sino por su peso real en la historia y la cultura del metal, respaldado por trayectorias documentadas y consenso tácito en la escena. No esperes aquí una lista de éxitos comerciales ni florituras poéticas; esto es metal en su esencia, directo y sin adornos.

1. Black Sabbath

Todo empieza aquí. Cuando Tony Iommi afinó su guitarra más grave en 1970 para Black Sabbath, el disco debut homónimo, no solo creó un sonido: abrió un camino. La banda de Birmingham mezcló blues crudo con atmósferas sombrías, y temas como “War Pigs” o “Children of the Grave” se convirtieron en cimientos del género. Su primer álbum vendió más de un millón de copias en Estados Unidos (según la RIAA), pero su verdadero alcance está en cómo moldearon el metal desde cero.

2. Iron Maiden

Pocos grupos han sabido mantenerse relevantes sin traicionar sus raíces como Iron Maiden. Desde The Number of the Beast (1982), con Bruce Dickinson al frente, combinaron narrativa histórica y riffs veloces en canciones como “Hallowed Be Thy Name”. Su gira World Slavery Tour de 1984-85, con 193 shows en 14 meses, demostró su entrega (datos de su archivo oficial). Son una máquina precisa que no divide opiniones.

3. Motörhead

Lemmy Kilmister no seguía reglas, y eso lo hizo eterno. Motörhead, con discos como Ace of Spades (1980), tomó el punk y el rock’n’roll y los lanzó contra el metal a toda velocidad. Su show en el Hammersmith Odeon de 1981, grabado en No Sleep ‘til Hammersmith, llegó al número uno en Reino Unido (UK Charts). No hay metalero que no levante el puño con “Overkill”.

4. Judas Priest

Si el metal tiene una voz definitoria, es la de Rob Halford. Judas Priest llevó el género a otro nivel en los 80 con British Steel y su mezcla de cuero, velocidad y twin guitars. “Breaking the Law” no solo es un himno; es un símbolo de rebeldía que resuena igual en un bar que en un festival. Su longevidad, con más de 50 años de carrera, habla por sí sola.

5. Tool

Tool no encaja en moldes, y eso los hace imprescindibles. Desde Undertow (1993), su enfoque matemático y visceral, con tracks como “Forty Six & 2”, atrapa a quienes buscan algo más allá del ruido. Su disco Ænima ganó un Grammy en 1998 (según la Recording Academy), pero su fuerza está en vivo, donde convierten cada concierto en una experiencia casi ritual.

6. Gojira

Francia no parecía un semillero del metal hasta que Gojira irrumpió. Con From Mars to Sirius (2005), los hermanos Duplantier fusionaron técnica aplastante y temas sobre el planeta, como en “Flying Whales”. Su set en el Hellfest 2019, frente a 60 mil personas, mostró por qué son un nombre que une a viejos y nuevos fans (cifras del festival).

7. Meshuggah

El metal técnico tiene un antes y un después de Meshuggah. Los suecos, con Destroy Erase Improve (1995), trajeron ritmos que desafían la lógica y un peso sónico brutal. “Bleed”, de obZen (2008), es un rompecabezas rítmico que cualquier metalero admira, incluso si no lo entiende del todo. Su influencia está en bandas de todo el espectro.

8. Opeth

Pocos logran balancear lo extremo y lo melódico como Opeth. Mikael Åkerfeldt llevó el death metal a terrenos progresivos con Blackwater Park (2001), un disco que Pitchfork calificó como “un punto de inflexión” en su reseña de archivo. “The Drapery Falls” pasa de growls a pasajes acústicos sin perder potencia, y eso los hace un puente entre mundos.

9. Neurosis

Neurosis no toca para las masas; toca para el alma. Desde Oakland, su mezcla de sludge y experimentación en Through Silver in Blood (1996) creó un sonido denso y catártico. Su show en el Great American Music Hall de 2000, grabado en vivo, captura esa intensidad que los distingue. Son reverenciados por quienes valoran lo visceral.

10. Candlemass

El doom tiene su Biblia en Candlemass. Los suecos, con Epicus Doomicus Metallicus (1986), definieron el estilo con riffs lentos y melodías que pesan toneladas. “Solitude” es un lamento que conecta con cualquiera que haya sentido el metal en las venas. Su impacto sigue vivo en festivales como Roadburn, donde son habituales.

Estas diez bandas no son solo nombres en una lista; son pilares que sostienen el metal como lo conocemos. Cada una aporta algo distinto, pero todas comparten una verdad: han sabido hablarle a los metaleros sin importar de dónde vengan. Si te mueves por la escena, ya las conoces. Si no, empieza por aquí. El volumen lo pones tú.