El metal siempre ha tenido un romance con lo monstruoso. No es casualidad: el género se nutre de lo visceral, lo descomunal, lo que acecha en los bordes de la imaginación humana. Desde bestias mitológicas hasta aberraciones modernas, los nombres de muchas bandas reflejan esa fascinación por criaturas que desafían la lógica y el orden. No se trata solo de sonar intimidante; hay una conexión profunda entre el rugido del metal y el eco de esos seres que han poblado pesadillas y leyendas durante siglos. Este artículo reúne diez ejemplos de bandas cuyos nombres provienen de monstruos, cada una con una historia que va más allá de la simple elección de palabras. Prepárate para un recorrido por el lado más salvaje del metal.
1. Behemoth
Polonia dio a luz a esta máquina de black y death metal en 1991. Su nombre viene del Behemot, una criatura mencionada en el Libro de Job (40:15-24), descrita como un coloso terrestre de fuerza descomunal, a menudo imaginado como un hipopótamo o elefante demoníaco. Liderados por Nergal, Behemoth canaliza esa presencia aplastante con discos como The Satanist (2014), donde el caos bíblico se encuentra con riffs que golpean como pezuñas en la tierra.
2. Leviathan
Desde San Francisco, este proyecto unipersonal de Wrest (Jef Whitehead) toma su nombre del Leviatán, el monstruo marino del Antiguo Testamento (Job 41:1-34), una serpiente colosal que reina en las profundidades. Fundado en 1998, Leviathan explora un black metal atmosférico que se retuerce como olas negras, con álbumes como Scar Sighted (2015) que destilan soledad y furia abisal.
3. Kraken
En Medellín, Colombia, nació Kraken en 1984, bautizado por el mítico monstruo marino nórdico que hundía barcos con sus tentáculos. Aunque el folclore escandinavo lo describe como una criatura de terror (mencionado en sagas como la Örvar-Odds saga), esta banda optó por un heavy metal con raíces latinas, liderado por la voz de Elkin Ramírez hasta su muerte en 2017. Su legado sigue vivo en temas como “Vestido de cristal”.
4. Chimaira
Cleveland, Ohio, vio surgir a Chimaira en 1998. El nombre alude a la Quimera de la mitología griega, un híbrido con cuerpo de león, cabeza de cabra y cola de serpiente, según Homero en la Ilíada (6.180-182). Su sonido, una mezcla de groove metal y metalcore, captura esa rareza con discos como The Impossibility of Reason (2003), donde los cambios de ritmo rugen como un animal imposible.
5. Ghoul
En California, Ghoul apareció en 2001 con un nombre sacado del folclore árabe: un ghoul es una criatura que merodea cementerios y devora carne muerta, mencionada en textos como Las mil y una noches. Su death-thrash con toques punk lleva máscaras y un humor macabro, como en Splatterthrash (2006), donde el gore y los riffs se enredan como un festín nocturno.
6. Tiamat
Estocolmo, Suecia, fue el origen de Tiamat en 1987. El nombre honra a Tiamat, la diosa-dragón del caos en la mitología babilónica, protagonista del poema Enuma Elish. Lo que empezó como death metal crudo en Sumerian Cry (1990) mutó hacia un gothic metal introspectivo con Wildhoney (1994), reflejando la dualidad de creación y destrucción de su tocaya.
7. Hydra Vein
El thrash metal del Reino Unido tuvo a Hydra Vein desde 1987, nombrada por la Hidra de Lerna, el monstruo griego de múltiples cabezas que Hércules enfrentó (descrito por Hesíodo en la Teogonía, 313-318). Aunque su carrera fue breve, discos como Rather Death Than False of Faith (1988) cortan con la precisión de una espada mitológica.
8. Cerberus
Santiago de Chile trajo a Cerberus en 2002, inspirado en el perro de tres cabezas que custodia el inframundo griego, según la Teogonía de Hesíodo (769-774). Su thrash metal sudamericano, como se escucha en Redemption of Demigod (2015), late con la ferocidad de un guardián que no deja pasar a nadie.
9. Gojira
Bayona, Francia, es el hogar de Gojira desde 1996. Su nombre es la transliteración japonesa de Godzilla, el kaiju creado por Toho en 1954, un titán nacido de la radiación. Con discos como From Mars to Sirius (2005), los hermanos Duplantier tejen death metal progresivo con temas ecológicos, tan colosales como el monstruo que los nombra.
10. Mastodon
Atlanta, Georgia, vio nacer a Mastodon en 2000. El nombre evoca al mastodonte, un pariente prehistórico del elefante que vagó por la Tierra hace millones de años (fósiles datados por paleontólogos como los del Pleistoceno). Su sludge progresivo, desde Leviathan (2004) hasta Emperor of Sand (2017), excava capas de sonido tan densas como los huesos de esas bestias.
Estas diez bandas no solo tomaron nombres de monstruos; transformaron esas figuras en algo tangible a través del metal. Cada una, a su manera, demuestra que el género sigue siendo un terreno donde lo descomunal encuentra su voz. Si no las conocías, sus discos están esperando para arrastrarte a su mundo.